Familiares de presos de Teixeiro denuncian que llevan hasta ocho meses sin vis a vis en la cárcel

Antonio Longueira Vidal
T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

Un grupo de entre 60 y 70 personas crea una plataforma para exigir a la dirección de la prisión e Instituciones Penitenciarias que se reanuden las visitas

27 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Familiares de presos de la cárcel coruñesa de Teixeiro, en Curtis, denuncian que llevan hasta ocho meses sin un vis a vis por culpa de la pandemia. En concreto, están en esa situación desde el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma y confinamiento. Son un grupo integrado entre 60 y 70 personas, en su mayoría esposas, novias, madres, hermanas o hijas de reos que cumplen condena en el penal coruñés. Residen en Boiro, Ribeira, Carballo, Cabana, Santiago, Negreira o A Coruña. Incluso hay una afectada que vive en Barcelona.

Todas ellas prefieren guardar el anonimato por miedo a represalias a sus familiares. Han formado una plataforma y recaban firmas para exigir a Instituciones Penitenciaras y a la dirección de Teixeiro que permitan los vis a vis: «No solo hablamos de relaciones íntimas. Hablamos de poder tocar y sentir a nuestros familiares porque llevamos muchos meses sin poder abrazarlos ni consolarlos. Muchos de ellos, como nosotras, están desesperados ya que solo nos podemos ver a través de una mampara y hablar por un teléfono durante cuarenta minutos, como mucho».

Yolanda es una de las promotoras de esta iniciativa y reside en la comarca de Barbanza: «Los presos suelen solicitar los vis a vis o los encuentros en las cabinas con un mes de antelación, pero al final todo depende de lo que determine la dirección del centro». «Desde Teixeiro —añade— siempre se nos da la misma respuesta: no se permiten los vis a vis para evitar los contagios por covid. Pero nosotros nos preguntamos por qué no se permiten los vis a vis, pero sí los permisos de fines de semana para los presos, o las aglomeraciones en las salas donde están las cabinas. Estamos prácticamente hacinados antes de poder hablar con nuestros familiares».

Este grupo de afectadas reclaman a Instituciones Penitenciarias que permitan los encuentros físicos: «Hay una mujer que lleva prácticamente un año sin abrazar a su marido». Hablan de «desesperación» y de «situación límite» para las familias, teniendo en cuenta que hay alrededor de un millar de reclusos. «Mi madre, por ejemplo, lleva más de ocho meses sin abrazar a su hijo, es inhumano», apunta Yolanda. Por todo ello, solicitan que a la mayor brevedad posible se reabran los vis a vis, «respetando todas las garantías sanitarias», pero con los mismos derechos que los presos «que tienen derecho a los permisos de fin de semana». Aunque, eso sí, temen que esta situación se prolongue en el tiempo.