La captura del narcosubmarino de Aldán no frena el envío de otros a la Península y el norte de África

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Astilleros sudamericanos orientados a Europa siguen produciendo estos aparatos

24 feb 2022 . Actualizado a las 12:27 h.

Todo lo relacionado con narcosubmarinos enfilando la proa hacia Europa ha girado siempre en torno a una nebulosa de informaciones policiales que, por una u otra razón, no implicaban incautaciones. El cuchicheo, ya en Galicia, germinó con el nuevo siglo. Lo siguiente fue mutar en leyenda. En parte por relatos grandilocuentes sobre el envío de toneladas en estos artefactos que, ya cerca de la comunidad, recogería un helicóptero. Una más de tantas historias de este submundo da terra que nadie pudo probar hasta noviembre del año pasado. El hundimiento de un semisumergible con 3.050 kilos de cocaína en la ría de Aldán fue la señal definitiva.

Reconstruir el origen del bote y su carga confirmó la existencia, al norte de Brasil, de al menos un astillero clandestino protegido por grupos armados. Su ubicación, para sacarlos al océano por la desembocadura del río Amazonas, está pensada para cruzar el Atlántico: ya sea hacia la Península, Marruecos o la fachada occidental de África. La Armada de Colombia, consultada por La Voz, constata que esa actividad industrial clandestina persiste, por lo que, dada su ubicación en Sudamérica, resulta evidente que siguen intentando cruzar hacia el Viejo Continente. A mayores, hay más astilleros en Guyana, Guayana o Surinam orientados al oeste. Ya en España, en el 2020, los Equipos contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil constatan la llegada de al menos otra embarcación de idénticas características. Esta misma unidad, consultada por La Voz, lo confirma: «Sí, vamos a dejarlo en que está caliente».

Puertas abiertas

El análisis del escenario actual, hablando con más integrantes de la investigación por el artefacto de Aldán, evidencia lo complejo de la situación. En la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de Pontevedra no consta oficialmente que llegasen otros semisumergibles, pero sí apuntan a un exceso de cocaína en África que podría tener relación. En el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria tampoco consta oficialmente, pero, conocedores de este submundo al escanear a diario el océano Atlántico, no cierran ninguna puerta.

Sirva de ejemplo la reconstrucción de todo lo relacionado con el narcosubmarino hundido a los pies de O Morrazo. El ECO Galicia de la Guardia Civil -instructor de la diligencias- concluye que Agustín Álvarez, el piloto, de Vigo, fue contratado por su experiencia en semejantes singladuras. Al menos una, lo que implica otro trayecto previo al abortado en Aldán. A mayores está el piloto contratado inicialmente, que se echó atrás en el último momento y, ya en el selva del Amazonas, con el narcosubmarino cara a cara, rechazó el encargo y los honorarios. De igual forma se da por sentado que no era el primer bote con silueta de submarino que pilotaba de punta a punta del charco.

Indicios, pruebas y evidencias que reflejan un método de transporte más, y muy asentado, para los encargados de mover droga por el mundo. Ya sea fletando docenas de artefactos al año por el océano Pacífico y el mar Caribe, o diseñando travesías a España y África tan prolongadas y precarias como lucrativas.