Galicia y Asturias redefinen su futuro a la espera del impulso de los fondos europeos

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Feijoo avanza que las cuentas del 2021 tendrán una inversión récord: 2.500 millones contra la crisis

18 nov 2020 . Actualizado a las 00:48 h.

Galicia y Asturias han apuntalado los puentes tendidos en los Encuentros en el Eo, un foro que acerca a estas dos comunidades y que promueven La Voz de Galicia y La Voz de Asturias con el patrocinio del Banco Sabadell. Fue una cita diferente a las dos anteriores, adecuada a los tiempos de pandemia y en la que los dos presidentes autonómicos, el de la Xunta y el Principado, Alberto Núñez Feijoo y Adrián Barbón, analizaron las medidas sanitarias y las soluciones para la recuperación socioeconómica de ambos territorios. La conexión virtual no mermó los sentimientos de cooperación, buen entendimiento y vecindad, y permitió que afloraran planteamientos y propuestas que se desgranaron a través de una conversación moderada por el director de La Voz, Xosé Luís Vilela, y que introdujo máximo dirigente del Banco Sabadell Gallego, Pablo Junceda, quien propuso a ambos dirigentes afrontar la remontada con la máxima de «trabajar para hacer, con valentía y prudencia».

La llegada de los fondos comunitarios y su correcta gestión y ejecución abrió un debate con notables coincidencias en el diagnóstico y una unánime reflexión sobre la «oportunidad histórica» que supone la inyección masiva de inversiones tanto para la Unión Europea, que recupera su papel vertebrador en el continente, como para las comunidades autónomas, cuyos proyectos deberá defender en Bruselas el Gobierno de España.

Consolidados y en transición

El presidente de la Xunta explicó que tras la primera ola de la pandemia y una vez renovada la confianza de los gallegos activó cambios en su equipo para afrontar la reactivación socioeconómica de Galicia, reforzando la coordinación y la gestión en torno a una vicepresidencia económica que está centrando sus objetivos en presentar proyectos innovadores pero con una fuerte raíz en los sectores consolidados, como el automóvil o el textil; o en aquellos que están en plena transición, como el energético, el forestal y agroganadero, que afrontan años determinantes para su transformación y modernización.

En el ámbito autonómico anunció que en los próximos días se conocerán los primeros detalles de unos presupuestos gallegos en los que ya asomará el objetivo clave para reactivar el empleo, que consiste en concentrar en dos años las inversiones que en otras circunstancias se extenderían en una legislatura de cuatro. En el 2021 se alcanzará el techo de gasto más alto de la historia y una partida inversora de 2.500 millones, cuya ejecución se conjugará con una contención del gasto corriente, la simplificación de trámites y ayudas directas «sin paliativos» para sectores como el de la hostelería. Una baza contra la crisis.

Convencido de la solidez y la audacia de los proyectos que presenta Galicia, Feijoo reclamó al Ejecutivo central que aprecie la voluntad de la Xunta por presentar iniciativas «que no deben ser estéticas, sino entrar en el corazón industrial, generando empleo y consolidando un cambio hacia una economía más verde y digital». Además, destacó el hecho de ir de la mano de las grandes empresas de la comunidad, que asumen riesgos junto a las administraciones públicas, un gesto que, entiende, debe traducirse en un acceso prioritario a la financiación. El líder gallego también aprovechó su intervención para reclamar a Madrid claridad en los criterios de reparto con el objetivo último de acortar las diferencias de rentas entre las regiones europeas.

Herramientas de gestión

Adrián Barbón desveló que Galicia y Asturias fueron las primeras comunidades y a las más insistentes al plantear al presidente del Gobierno la necesidad de activar fondos públicos en las conferencias celebradas durante la primera ola de la pandemia, y explicó que el Principado está preparado desde el verano para optimizar la gestión de los recursos que se capten a través de departamentos que van a canalizar «la buena gobernanza», con una oficina de coordinación, pero también con la colaboración intensa de la sociedad organizada. Sindicatos, empresas, ayuntamientos y universidades participan activamente en la definición de estrategias para catapultar un centenar de proyectos que aspiran a inversiones europeas.

El referente socialista coincidió con Feijoo «plenamente» en el planteamiento de los proyectos tractores, que a su juicio servirán para corregir los desequilibrios y redefinir modelos agotados como el de la minería, y confió en que el Gobierno de España perciba el esfuerzo de ambas comunidades por facilitarle el trabajo con iniciativas que se ajustan a los objetivos europeos, con una apuesta por la colaboración privada «con la que tenemos mucho hecho».

Además de las gestiones autonómicas, Barbón planteó la necesidad de ejercer presión política y territorial con criterios de unidad. El presidente asturiano apuntó que ambas comunidades apenas suman 3,7 millones de ciudadanos, una región que Feijoo amplió hasta diez millones si se suma a Castilla y León y al norte de Portugal, en sintonía en cuestiones estratégicas como el corredor ferroviario atlántico, que ambos destacaron como un elemento dinamizador de la España menos poblada pero que mantiene un peso incuestionable a nivel industrial y logístico.