Los informes de la UDEF -a los que ha tenido acceso La Voz- constatan, de entrada, que ningún colombiano tiene rentas superiores a los 6.000 euros anuales. Algunos, incluso, cobraron el paro. De ahí que no se pueda explicar el origen de la fortuna se relate «cómo se intenta justificar el origen del dinero mediante la presentación de contratos de compraventa privados de letras cambiarias que tienen origen en escrituras de préstamo».
A mayores: «Todos los contratos privados de compraventa tienen un formato idéntico, cambiando el nombre de los intervinientes y la letra o letras de las que se trate»; y «todos los pagos que se realizan son en efectivo, lo que impide determinar el origen». El hecho de que compradores y vendedores de letras sean siempre los mismos, y que algunos ni cobren, «anula cualquier lógica comercial». A mayores, parte de la documentación utilizada figura en otra operación financiera, lo que afianza la tesis policial de fraude. Igual que las conversaciones interceptadas al cabecilla de los colombianos, que constatan su relación con la mano derecha de Sito Miñanco, Enrique García Arango, también colombiano, y el método de blanqueo.