La universidad da la cara en la pandemia: «Somos a auténtica fábrica de ideas»

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

C. Toimil / P. Rodríguez / S. Alvite

Ciencia, voluntarios o atención social, así luchan los campus contra el covid

08 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«En tres días recibimos más de 50 solicitudes de ayuda. No nos esperábamos esta avalancha». Valentín Escudero intenta hacer números sobre Afrontemos 21. Él capitanea la Unidade de Investigación en Intervención e Coidado Familiar. Desde el campus de Ferrol está prestando atención psicológica a la comunidad universitaria y sus familias en un momento de gran incertidumbre. «La llamada más común es la de personas con ansiedad severa que casi siempre está acentuada por dificultades económicas, de pérdida o de angustia en el ámbito familiar». Ellos son un equipo de seis personas, expertos en psicología sanitaria, clínica y con una formación y experiencia en terapia familiar. Ante la demanda del servicio están buscando ya colaboradores. Ellos hacen una primera ficha de los pacientes para después atenderlos de forma presencial en el Hospital Naval o vía online «La universidad tiene que ser un motor de impulso de todo: de la salud, de la industria y del conocimiento. Ya no es aquella torre de marfil. La pandemia nos hace conscientes de que tenemos que ayudar a la sociedad». Afrontemos 21 es solo uno de los cientos de proyectos que han nacido en el seno de la educación superior desde marzo. Y es que la universidad gallega es en sí una auténtica población repartida por la comunidad. Las tres universidades y sus seis campus mueven, solo entre alumnos y profesores, a casi 70.000 personas.

Afrontemos 21 atiende desde Ferrol a miembros de la UDC y a sus familias
Afrontemos 21 atiende desde Ferrol a miembros de la UDC y a sus familias César Toimil

Por y para la atención covid

La Universidade de Santiago, la más grande y veterana, tiene su propia Oficina Covid-19. Desde mediados de septiembre han atendido más de 1.500 incidencias. En sus manos, un mundo de datos: desde responder dudas a crear sistemas de rastreo. A ojos de su responsable, y gerente de la USC, son «una especie de 112». «Trabajamos a pie de obra todos los días y, desde ya, los fines de semana». Para Javier Ferreira, la institución está dando ejemplo del músculo del sistema y de la necesidad de hacer ver que esta gran comunidad forma parte de la sociedad y de las ciudades. «Desde el inicio de la pandemia se produjo para el Sergas gel hidroalcohólico y lo seguimos haciendo para autoabastecernos». Una tarea de un equipo multidisciplinar que atendió en marzo, y de forma inmediata, una urgente necesidad social. «Tenemos un sistema de rastreo propio sobre el uso de nuestras instalaciones e hicimos un cribado en tiempo récord: unas 15.000 personas en Santiago y Lugo». Ahora viven cada día entre nuevas normativas y la puesta en marcha de becas comedor, ayudas para medios tecnológicos y préstamos de material. Una tarea que se afronta desde un comité de gestión con 87 delegados covid. Una de las joyas de la corona ahora mismo para la USC es su equipo de voluntariado. «Somos xa máis de 200 persoas. É sobre todo un voluntariado feminino. Cada un decidiu poñer da súa parte de forma individual». Es el caso de Lois Alcayde Dans, graduado en Xornalismo, que vive su segunda etapa en Santiago como estudiante de máster. «Estamos organizados por facultades desde principios de setembro. A principal tarefa é a de información e concienciación. Non estamos para vixiar a ninguén».

 Lois y Uxía forman parte de los voluntarios de la USC, formado por 200 jóvenes
Lois y Uxía forman parte de los voluntarios de la USC, formado por 200 jóvenes PACO RODRÍGUEZ

Ellos están a la última en el conocimiento de las normativas. Explican a sus compañeros cómo acceder a las aulas o incluso, si hay una sospecha de covid, cómo y dónde deben aislarse. Una maquinaria bien engrasada ante un inicio de curso que se preveía desastroso. Los voluntarios compostelanos fueron parte fundamental del programa de cribado de la USC. «Nós apoiamos, pero hai que recoñecer o traballo dos estudantes de enfermería. Son brillantes, nunca vira esa capacidade de traballo e coraxe. O Sergas puxo as probas serolóxicas, pero a maquinaria de organización foi brutal. Non podemos vivir alleos á cidadanía. Isto é a auténtica fábrica de coñecemento, de ideas. Un lugar onde dar exemplo». Y es que, como estudiantes, han sentido señalado su comportamiento al ser consideraros fuente de brotes.

La producción de gel para el Sergas fue una de las iniciativas más llamativas del comienzo de la pandemia
La producción de gel para el Sergas fue una de las iniciativas más llamativas del comienzo de la pandemia Santi Alvite

Aunque de perfiles más técnicos, los investigadores también reivindican sus ideas. «Está poco explotado y valorado todo lo que podemos aportar a la sociedad». Juan Manuel Santos es uno de los tres doctores del Grupo de Enxeñaría de Sistemas Telemáticos de la UVigo que están trabajando en un desarrollo para detectar cuando un lavado de manos es incorrecto. Trabajaban desde el 2016 en dispositivos wearables para la educación. En marzo cambiaron el paso. «Buscamos desarrollar una aplicación que te indique si sigues el protocolo de la OMS. A partir de los datos que recogen los smartwatches, identificamos cuándo una persona hizo un lavado de manos, cuánto duró o si cometió algún error. Lo hacemos mediante algoritmos». Una idea a la que aún le queda camino, pero que podría ser útil para colectivos. «Nos lo han planteado sobre todo desde el punto de vista sanitario. Para profesionales y pacientes».

Entre el campus de Vigo y Ourense trabajan el equipo de Higinio González, profesor de Enxeñaría Aeronáutica. Su objetivo: usar drones para dispersar líquidos y desinfectar espacios públicos. «Pensamos en polideportivos, parques infantís ou paseos marítimos. Espazos onde poidan darse concentracións de persoas infectadas, deixar o virus alí e que outra persoa o colla nun descoido de hixiene», comenta. Un sistema que ya se aplica en el ámbito agrario. «Facemos un chamamento a que se faga unha aposta contundente pola investigación. Dende as universidades estamos aportando o noso grao de area a esta grave situación».