Excusas insólitas al volante: de la quinta enmienda al «menda lerenda»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La mayoría de las excusas se ponen en los controles de alcohol, como el de la foto
La mayoría de las excusas se ponen en los controles de alcohol, como el de la foto ANA GARCIA

Muchos conductores recurren a argumentos sorprendentes para tratar de evitar las multas

03 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los agentes de Tráfico le dieron el alto porque no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Interrumpieron el control de velocidad que estaban realizando en la autovía A-6, a la altura de Abegondo, para advertir al conductor de la infracción y notificarle la denuncia y la sanción: 200 euros y 3 puntos. Pero la cosa no iba a quedar ahí. A los guardias civiles les extrañó la numeración de la matrícula, difícilmente coincidente con el modelo y antigüedad de aquel viejo Clio. Una rápida comprobación confirmó sus sospechas: las placas eran de otro coche más moderno. Eran placas dobladas, por lo que le pidieron al conductor que se identificase al estar ante un delito de falsedad documental. Segunda sorpresa. Sacó un pasaporte y un carné de conducir de la República Errante Menda Lerenda. Todo se complicó mucho más, porque el hombre insultó a los agentes y se dio a la fuga a toda velocidad.

La patrulla salió tras el coche del infractor, que iba a gran velocidad y que llegó a invadir el sentido contrario al escapar. Finalmente se detuvo ante una casa. Antes de saber que, además de la matrícula falsa, había perdido la vigencia del carné de conducir y tenía pendientes dos requisitorias judiciales de detención y personación ante un juez, y después de que se negara a hacer la prueba de alcoholemia, los agentes volvieron a escuchar al conductor alegar que era miembro del cuerpo diplomático de Menda Lerenda. Pero invocar ese cargo no le dio ninguna inmunidad. Fue detenido por tres delitos. Como este, muchos otros conductores recurren a argumentos insólitos cuando son sorprendidos infringiendo la ley. Estos son algunos:

la quinta enmienda

De Estados Unidos a Galicia. La quinta enmienda rige en la Constitución de Estados Unidos y es un derecho que tienen los ciudadanos para no incriminarse en un delito. Es similar al derecho «a no declarar contra sí mismos y no confesarse culpables» que establece la Constitución Española en su artículo 24. Pero entre los conductores gallegos parece tener más éxito la norma estadounidense. «Acogerse a la quinta enmienda es un clásico», asegura Héctor Teixeira, agente del Sector de Tráfico de Galicia acostumbrado a lidiar en la carretera con argumentos de todo tipo para evitar controles de alcohol y drogas o para justificar un exceso de velocidad. Pero esta es la excusa número uno: «Un momentito, señor agente. Me acojo a la quinta enmienda, porque tengo mis derechos».

habeas corpus

La excusa de moda. Varios vídeos virales de ciudadanos exigiendo a gritos el habeas corpus ante la policía para no ponerse la mascarilla han puesto de moda esta locución latina del derecho español. Dice Teixeira que es otro de los recursos favoritos de muchos conductores cuando son interceptados cometiendo una infracción. «Nos sorprenden pidiendo el habeas corpus cuando los vamos a denunciar por dar positivo en alcohol. Se ha puesto de moda, pero no sirve de nada porque no hay ninguna detención», explica el agente. El habeas corpus es un procedimiento por el que se reclama que un detenido sea puesto a disposición judicial para que el juez decida si el arresto es legal o no. Pero para poder solicitarlo tiene que haber detención, y no es el caso en los delitos de alcoholemia, ya que al conductor solo se le abren diligencias como investigado (antes imputado).

alcohol contra los nervios

Beber tras un accidente. Cuenta el guardia civil de Tráfico otro argumento frecuente. Ocurre tras un accidente, generalmente leve, protagonizado por un conductor que ha consumido alcohol. Cuando da positivo, el infractor les asegura a los agentes que antes del accidente no había bebido nada, pero que después del siniestro se tomó unos cubatas porque estaba nervioso. El engaño es fácilmente comprobable, pero los agentes se ven obligados a examinar la zona para verificar si hay restos de bebidas alcohólicas.

beber de los charcos

Y comer hierba. Son dos actitudes sorprendentes. Se producen en los controles de alcohol. A los guardias gallegos se les han dado casos de conductores ebrios que «de repente se echan al suelo para beber agua de un charco en la creencia de que así pueden evitar el positivo». Pero no es cierto. Como tampoco lo es que comer hierba ayude a disipar el nivel de alcohol antes de la prueba. «Y lo hacen muchos», asegura Teixeira.