Bonifica parte de los viajes, elimina la subida del 1 % y hace gratis el tramo de Redondela
29 oct 2020 . Actualizado a las 01:22 h.Los usuarios de la AP-9 podrán vivir el año que viene el mayor recorte de tarifas en la historia de la autopista, si el Gobierno central logra aprobar los presupuestos generales del Estado para el 2021 y desarrolla después los reales decretos que ultima para hacerse cargo de los importes que prevé dejen de pagar los conductores. El Ministerio de Transportes ha incluido en las cuentas del Estado entregadas hoy en el Congreso tres partidas diseñadas para minorar el alto coste de los peajes de la AP-9 y frenar las subidas extraordinarias previstas hasta el 2038 para pagar a la concesionaria las obras de ampliación del vial en Rande y Santiago. Las bonificaciones en la AP-9 fueron una de las exigencias del BNG al Gobierno de coalición para aprobar en su momento la investidura y, ahora, los presupuestos.
En el desarrollo orgánico y económico de los presupuestos el departamento de José Luis Abalos indica que reserva 50 millones de euros para «el proyecto de real decreto de modificación de la concesión de la autopista AP-9 Ferrol-frontera portuguesa. Bonificación de peaje». No especifica el ministerio cómo aplicará dicha rebaja, pero diversas fuentes apuntaban a que el descuento redundaría en los viajes de vuelta para quienes hagan un mismo itinerario de ida y regreso en el día. Transportes apunta que el ministro podría avanzar mañana en la fórmula en la presentación de los presupuestos de su ministerio.
En la memoria de objetivos a alcanzar con la propuesta presupuestaria, dentro de las explicaciones de gasto referidas a subvenciones y apoyo al transporte terrestre, el Ejecutivo central indica a mayores que las bonificaciones a cubrir con el medio centenar de millones son «adicionales a las ya existentes», en alusión a la gratuidad en los viajes de vuelta en el día entre Vigo y Pontevedra que sufraga el ministerio, a razón de 5,2 millones al año.
A esos 50 millones, el Gobierno central suma otra partida de 3,4 millones de euros, que en otro real decreto apunta desarrollará la «supresión de subida anual acumulativa del 1 %». Dicha subida anual y acumulativa durante 20 años fue otorgada a Audasa por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para que la concesionaria recuperase los 230 millones de euros gastados en la ampliación del puente de Rande y la circunvalación de Santiago.
Una partida más de 1,53 millones de euros es recogida en las cuentas entregadas en el Congreso de los Diputados para implantar la «gratuidad en el tramo Vigo-Redondela», que fue anunciada por el ministro de Fomento del PP Íñigo de la Serna, pero que el actual Ejecutivo aplazó para evaluar qué incidencia tendría el previsible incremento de tráfico en el vial. Los tres kilómetros del ramal que conecta los dos municipios pontevedreses es el más caro de toda la AP-9.
Rande y A Barcala
Y a los 54,93 millones de euros que el Gobierno propone destinar el año que viene a minorar lo que los conductores gallegos pagan por usar su principal arteria, Fomento añade en los presupuestos una cuarta partida de 8,2 millones de euros para seguir pagando el peaje en sombra de los tramos Vigo-O Morrazo y A Coruña-A Barcala. Dicha partida no necesita de desarrollo legislativo como las otras tres anteriores, ya que fue aprobada en el 2006, cuando Gobierno central y Xunta acordaron eliminar las casetas de peaje y pagar de sus arcas lo que hasta ese momento sufragaban los automovilistas. El Tribunal Supremo declaro ilegal la semana pasada el recorte a la mitad de dicha factura acordada por el anterior Gobierno, importe que ascendía a 14 millones, con lo que la partida ahora reservada sería insuficiente.
La autopista gallega acumula tres años siendo la que más incrementa sus tarifas de España
Ministerio, Xunta, Parlamento gallego y buena parte del Congreso se han manifestado de manera reiterada contra el alcance de las subidas que en los últimos años han experimentado los peajes de la AP-9. En el 2011, el entonces Gobierno socialista de Zapatero echó mano de una subida extraordinaria y acumulativa a lo largo de 20 años para que la concesionaria de la autopista recuperase, a través de los bolsillos de sus clientes, el gasto desembolsado en la ampliación del vial en el puente de Rande y la circunvalación de Santiago. La cuenta se acabó de aderezar con un 8 % de intereses sobre el saldo que le restase a Audasa por recuperar. «1.400 millones en total para pagar 230 millones», reitera la Xunta al respecto al reclamar que fuera el Ministerio de Transportes quien se hiciese cargo de la factura para no generar un agravio con los gallegos, ya que tan solo en la AP-9 y en la autopista de Málaga-Las Pedrizas los usuarios del vial son los que tienen que pagar las obras de mejora.
La segunda subida que también se ha aplicado en los últimos tres años, y que ha hecho que la AP-9 haya sido la autopista que más ha subido de España, es la acordada en el 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy para compensar a la concesionaria por la decisión del Ejecutivo de hacer gratuito el viaje de vuelta en el día entre Vigo y Pontevedra, la conexión con tarifas más altas de toda la autopista gallega. Esa factura ascendió el año pasado a 5,2 millones.
Facenda espera que las bonificaciones no se queden en meras promesas
El Gobierno gallego espera que el Ministerio de Transportes concrete la aplicación concreta de las bonificaciones de la AP-9 y asegura que estará vigilante para garantizar que estas beneficien al conjunto de los usuarios y, sobre todo, para que las bonificaciones que prevén los Presupuestos no se queden en promesas incumplidas. Además, la Consellería de Facenda lamenta que no se planteen bonificaciones para la AP-53, entre Santiago y Dozón, y que tampoco se incluyan partidas para infraestructuras estratégicas como las conexiones ferroviarias de los puertos o estaciones intermodales.