30 kilos de pólvora y cargas explosivas en el último fortín de Resistencia Galega

La Voz

GALICIA

Parte de los efectos localizados en el refugio de la banda terrorista, con los que se pueden fabricar explosivos
Parte de los efectos localizados en el refugio de la banda terrorista, con los que se pueden fabricar explosivos

Fue desmantelado este mes en Coímbra, y podría llevar usándose desde el 2014

21 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Relojes, cronómetros y teléfonos móviles dispuestos como dispositivos de activación remota. También artefactos pirotécnicos y explosivos improvisados. Ya pesada, la pólvora requisada suma 30 kilos. Pero no todo es fuerza bruta y destrucción. Resistencia Galega siempre valoró la fuerza de la pluma, sobre todo como arma propagandística. De ahí que en su último refugio desmantelado este mes en Coímbra (Portugal) se encontrasen, además del polvorín, libros, notas manuscritas y manifiestos de propaganda de los ideales de Resistencia Galega. Todo dentro de una vivienda aislada de aspecto abandonado, con la pintura de la fachada desconchada, a la que se accede por una camino de tierra.

Para llegar a este escondite de Resistencia, sin descartar que existan otros, fue necesario dar caza en junio del 2019 a sus dos líderes fugados: Antón García Matos y María Asunción Losada Camba. También registrar su escondite en un monte de Fornelos. No aparecieron explosivos, pero sí un fusil de asalto, un revolver y cartuchería. También se confiscaron, para su análisis, cientos de archivos sobre la organización. Lo único seguro es que, gracias a esa información, se llegó a Coímbra, y está por ver que más sabe la Guardia Civil.

Una maleta con cartuchos localizada en el lugar
Una maleta con cartuchos localizada en el lugar

Años en Coímbra

Todo apunta a que el escondite luso era utilizado por Resistencia Galega desde hace años, incluso desde el 2014, cuando se ubicaba de forma estable a la cúpula moviéndose por el país de vecino para escapar de las autoridades españolas. Tal cantidad de pólvora y otros elementos para fabricar explosivos se relacionan directamente con Antón García Matos. Entre otras muchas cosas por ser el único integrante del grupo armado que sabía manipular estos materiales y ensamblarlos para crear bombas. Su formación se remonta a sus primeros pasos en el independentismo radical, de la mono de Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive, que, a su vez, recibió formación de la banda armada ETA.