Pontedeume, a la espera de que Sanidade permita el consumo de agua del Eume

Las aguas del río Eume siguen bajando revueltas, unos días con aspecto blanquecino y otros con un color más terroso. Y los vecinos de Pontedeume, unos ocho mil, continúan abasteciéndose de las garrafas que compran en los supermercados o rellenan en el punto de suministro que ha facilitado el vecino municipio de Cabanas. El Concello eumés está pendiente de que la Consellería de Sanidade autorice el consumo de agua del grifo, prohibido desde el día 10.

Los resultados de la analítica encargada por el Ayuntamiento a Viaqua, la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento, sitúan todos los parámetros dentro de los niveles recomendables para el consumo. El anuncio de la Xunta de una inversión de 1,5 millones de euros, en buena parte para modernizar la estación, supone un alivio y una esperanza cara a afrontar un nuevo episodio de turbidez.

«La planta estaba adaptada al medio en el que se captaba el agua, el río, con unas condiciones que han cambiado de forma drástica», señala el regidor eumés, Bernardo Fernández. Con la apertura de las válvulas de fondo del embalse del Eume por parte de Endesa, la compañía que explota la infraestructura, se arrastraron sedimentos. La empresa incide en que «el 90 % son naturales, ni tóxicos ni peligrosos», y que la medida respondió a una obligación legal y al requerimiento de Augas de Galicia para dar caudal ecológico al río. La Xunta le ha abierto un expediente sancionador.

La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade ha avanzado que esta semana se activará la comisión de seguimiento de la situación del río Eume. En este órgano estarán representados el personal de Augas de Galicia, Endesa (como responsable de la explotación del embalse), los concellos de Pontedeume y Cabanas, y Viaqua. La Xunta no descarta «incorporar novos departamentos, en función da evolución da situación» del cauce fluvial..

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