Las familias rechazan la enseñanza semipresencial, incluso en bachillerato

s. c. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Recogida de firmas de alumnos del IES Castro Alobre de Vilagarcía contra la semipresencialidad en el bachillerato
Recogida de firmas de alumnos del IES Castro Alobre de Vilagarcía contra la semipresencialidad en el bachillerato MONICA IRAGO

Alertan de que hay alumnos que solo tienen la mitad de la jornada lectiva

29 sep 2020 . Actualizado a las 07:11 h.

Primera reunión del nuevo conselleiro de Educación, Román Rodríguez, con las familias de la escuela gallega, y una cosa ha quedado clara: los padres de la comunidad no apoyan las clases semipresenciales a ninguna edad en las actuales circunstancias. Este fue un asunto central en la conversación de Rodríguez con los responsables de Confapa, con Rogelio Carballo a la cabeza, y con Anpas Galegas, que preside Fernando Lacaci; las dos entidades representan a la práctica totalidad de las familias de centros públicos y hablaron con el responsable de Educación por separado.

La semipresencialidad solo se puede dar en Galicia en las etapas superiores, FP y bachillerato, y nada más que en centros donde no sean posibles los desdobles. Eso en teoría, porque en la práctica hay unos veinte institutos con esta opción y en algunos, dicen sus responsables, Educación les negó los docentes para duplicar las clases necesarias.

Rogelio Carballo, presidente de Confapa (Ceapa en Galicia), destacaba lo que ocurre en Pontevedra: «Tenemos semipresencialidad en varios institutos mientras las aulas de la universidad están vacías». El problema de quedarse en casa, además, es que ahora mismo se incumple el compromiso del ministerio de que, incluso en teledocencia, se debe garantizar las horas lectivas semanales; hay centros gallegos con alumnos de bachillerato que tienen solo 15 horas de clase a la semana. Sus compañeros de otros centros tienen 32 horas, lo que los deja en desventaja, y todo con la selectividad en el horizonte.

Fernando Lacaci, de Anpas Galegas, solo acepta la semipresencialidad en casos tan excepcionales que no tengan más opción. «Parece que tamén é o criterio do conselleiro, pero sabemos de institutos con semipresencialidade cando teñen alternativa». El último centro público cuyos alumnos protestan es el IES Castro Alobre, de Vilagarcía, donde los estudiantes recogieron firmas y se entrevistaron con el alcalde para pedir espacios alternativos.

Unificar criterios

Otro de los asuntos tratados durante las reuniones fue la necesidad de unificar criterios, porque detectaron, dice Carballo, «que en la vuelta al colegio cada centro hace lo que le parece», una apreciación que comparte Lacaci. Carballo pone un ejemplo: «Hay clases que se quedan en cuarentena por el contacto con un positivo y se opta por un regreso escalonado que no parece atender a una razón ni de conciliación ni siquiera de un sorteo», mientras que en otras vuelven todos los alumnos a la vez.

Para Confapa es inaceptable también que sean las familias las responsables de que los niños vayan al colegio enfermos: «A mí me pueden decir que mire la fiebre de mi hijo, pero no que lo deje en casa si tiene tos seca... ¿Cómo valoro la seriedad de la tos seca?». Además, alude a un detalle no menor: «Si me niego a firmar la declaración responsable, ¿qué pasa? ¿No dejan que vaya el niño al colegio? No tendría sentido».

Por su parte, Fernando Lacaci recalcó al conselleiro la necesidad de la atención domiciliaria de los estudiantes con convivientes de riesgo o de los niños con una condición médica complicada.

Fueron muchos más los asuntos tratados por unos y otros, desde la atención a alumnos con necesidades educativas especiales hasta la formación del profesorado en el uso de tecnología, pasando por la limpieza de los centros y autobuses: «No tiene sentido que los niños limpien su mesa al terminar la clase, pero en un autobús no haya desinfección al acabar una ruta», dice Carballo, o que un colegio solo se tenga que limpiar una vez al día, que es la limpieza mínima de cualquier otro curso.

Aunque no han conseguido ningún compromiso concreto por parte del conselleiro, tanto Carballo como Lacaci han destacado el cambio de talante en las relaciones de las familias con la consellería, después de que Rodríguez les dijese que quería mantener este contacto una vez al mes.

Por su parte, desde San Caetano se destacó tras las reuniones el refuerzo en las aulas con 410 docentes del programa ARCO. Estos profesores tienen como objetivo ser el apoyo de los maestros titulares en aulas con alumnado especialmente vulnerable, con un porcentaje alto de repetidores o cuando se vean afectadas por la cuarentena. Los docentes reforzarán las competencia claves (lingüística, matemática y científico-tecnológica, principalmente) y este año, como novedad, comenzarán a trabajar ahora y no en el segundo trimestre, que era lo habitual. Para Lacaci «a contratación de profesorado é sempre unha boa noticia», aunque en este caso, dice, es un «parche» muy temporal.