Los nombramientos del Gobierno harán correr una docena de puestos en el PPdeG, que quiere perfiles con mordiente para contener a la oposición
19 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de la Xunta ha tenido casi dos meses para resolver el rompecabezas de su Gobierno. A continuación, los conselleiros han contado apenas con dos semanas para ir completando las estructuras de sus departamentos. Y, finalmente, será el portavoz parlamentario, Pedro Puy, el responsable de rearmar la amplia alineación de 42 diputados del grupo, reasignando responsabilidades a candidatos que iban en las listas y que, en muchos casos, nunca tuvieron escaño y no tienen experiencia en la Cámara legislativa.
La dificultad de la encomienda parte de las necesidades del presidente, que tradicionalmente solo ha permitido que un grupo reducido de conselleiros mantenga su acta, mientras que al resto les sugiere cederla para centrarse en exclusiva en las labores ejecutivas y permitir así la entrada de nuevos nombres. Con los mimbres que van entrando Puy tratará de equilibrar protagonismos entre los más veteranos y las aportaciones que puedan hacer las incorporaciones dentro de un escenario relativamente cómodo, el de la mayoría absoluta, pero que requiere perfiles con mordiente ante una oposición más compacta cuyo grupo más numeroso, el BNG, cuenta con cinco diputados más (19) que los que tenían En Marea y el PSOE en la pasada legislatura (14).
A expensas del destino que puedan tener los exconselleiros Jesús Vázquez Almuíña y Carmen Pomar, la lista popular por A Coruña podría correr hasta seis puestos, dando entrada a jóvenes como Adrián Pardo (26 años), líder de Novas Xeracións; en Pontevedra, las renuncias pueden ser cinco inicialmente, teniendo en cuenta que el vicepresidente Alfonso Rueda seguirá en O Hórreo, pero lo cierto es que a día de hoy ya hay varios altos cargos nombrados que en condiciones normales abandonarán las tareas parlamentarias; por Ourense también saldrán Antonio Rodríguez Miranda (secretario xeral de Emigración) y Gabriel Alén, nombrado delegado territorial, lo que garantiza sendos escaños a Marta Rodríguez-Vispo, con experiencia parlamentaria, y José Luis Ferro, exalcalde de Celanova; en Lugo, la lista permanecerá más estática. Parece razonable que Francisco Conde conserve de nuevo el acta de diputado, con más motivo ahora que es vicepresidente segundo, pero al relevar a José Manuel Balseiro de la delegación territorial los movimientos se limitan. Los populares sacaron nueve diputados en la provincia, y en el puesto número diez iba Susana López Abella, que cesó en la Secretaría Xeral da Igualdade para incorporarse a las listas. Su departamento ha alcanzado ahora rango de consellería junto a Emprego, pero es uno de los cargos que Feijoo resolverá el próximo jueves.
La renovación de los delegados territoriales ha anclado a los escaños a veteranos como Corina Porro, Cores Tourís, Marisol Díaz Mouteira o al propio Balseiro, que ayer aseguraba que seguirá sirviendo a la provincia desde «unha casa que coñezo ben, na que traballei moitos anos».
Además, entre las filas populares permanecerán en el Parlamento varios presidentes de agrupaciones locales con posibilidades de ser cabezas de cartel, y los referentes de las gestoras de A Coruña y Santiago.
Miguel Tellado califica los cambios de «coherentes»
El secretario general del PPdeG, Miguel Tellado, calificó como «coherentes» los relevos en la estructura de la Xunta. El también viceportavoz parlamentario cree que en el grupo popular hay una buena combinación de «experiencia e renovación».