Okupas en el centro de Lugo que pasean en sus coches de alta gama

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

GALICIA

El piso ocupado en la plaza de O Campo, en Lugo, ayer
El piso ocupado en la plaza de O Campo, en Lugo, ayer Carlos Castro

Vecinos del casco histórico denuncian que varias familias se instalaron ilegalmente en un piso de alquiler turístico

18 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La ocupación de viviendas sigue a la orden del día en la ciudad de Lugo. Hay inmuebles usurpados en el centro histórico. Entre ellos, un piso ubicado en la plaza de O Campo, en el corazón de la zona de vinos por excelencia de la ciudad. Vecinos del barrio aseguran que, desde hace ya algunos meses, varias familias de un mismo clan, algunas de ellas con niños de corta edad, se asentaron en la primera planta de las cuatro alturas que tiene uno de los edificios de esta plaza.

Con la ocupación de la vivienda, los botellones sobre la conocida fuente de San Vicente, apuntan los residentes de la zona, son frecuentes. Hay ocasiones en las que terminan en trifulcas violentas que les obligan a llamar a la policía. Hace apenas unas semanas, varias dotaciones de bomberos y agentes de Policía local de Lugo acudieron a la vivienda ocupada tras recibir el aviso de incendio. Alguien se había dejado una cacerola al fuego.

Inmueble en buen estado

Los residentes apuntan que los okupas podrían haber alquilado el inmueble durante varios días en un primer momento para, posteriormente, negarse a abandonar el piso. Según las mismas fuentes, la vivienda se encuentra en buen estado e incluso reformada por dentro.

Vecinos y comerciantes de la zona dicen que es frecuente que los okupas pasen conduciendo coches de gama alta por la zona peatonal del centro para, finalmente, estacionar junto al portal del inmueble. «Ahí es cuando se ponen a cargar y descargar cosas», comentan. Además, aseguran que son personas «pudientes» y que van «impecablemente» vestidos.

Varios hosteleros del centro de la ciudad explican que los okupas son conflictivos y advierten de que muchas veces no llevan puesta la mascarilla cuando entran a los locales, donde incluso intentan timar a los empleados. «Vacían todas las terrazas de la zona solo con su presencia», protestan. «Te dicen que la máquina de tabaco o la tragaperras se ha quedado con su dinero y entonces te lo exigen», cuentan.

Un golpe más

Los hosteleros confiesan que a la crisis provocada por la pandemia se suma que «hayan aparecido estos okupas para espantar a los pocos clientes que vienen». Por eso, piden a las autoridades que actúen para solventar un problema presente en el vecindario desde hace ya meses y que, por el momento, parece no tener solución.

Los vecinos de la plaza de O Campo denuncian que los okupas protagonizan con mucha frecuencia trapicheos en plena calle y que son partícipes también de fiestas a altas horas de la noche en el piso, que cuenta con un pequeño balcón con vistas a la plaza, por lo que el alboroto, dicen, se siente en todo el vecindario y resulta «insoportable».