Directivos de colegios censuran que la formación sobre el covid les llegue tarde «e sexa pouca»

maría hermida / PABLO GÓMEZ CUNDÍNS REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Denuncian que no logran contactar con los sanitarios de referencia de los centros

09 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La revolución habita estos días en los colegios gallegos. Al típico zafarrancho del inicio del curso se suma este año la preocupación por el covid. Cada centro tiene un equipo de responsables del coronavirus, formado casi siempre por el director y dos personas más. Aunque se insta por pasiva y activa a los padres para que no envíen a los niños si manifiestan cualquier síntoma compatible con el virus, los citados docentes tendrán que vigilar que esto se cumpla y, ante la mínima duda, aislar al rapaz que presente síntomas, avisar a los padres y dar cuenta a las autoridades pertinentes. ¿Están preparados? Consultando a unos veinte centros esparcidos por Galicia, existen opiniones para todos los gustos. Pero hay quejas comunes.

Los directores censuran que la formación que les dieron les llegase en pleno septiembre —el viernes 4, concretamente— y que se limitase al visionado de unos vídeos y a la existencia de un foro virtual en el que les responderán a dudas que tengan. También critican que no les cojan el teléfono en los centros de salud, a los que llaman para tratar de contactar con los sanitarios asignados a cada colegio.

«Estamos un pouco desbordados, a formación acaba de chegar cando nós levamos traballando desde o curso pasado e limítase a uns vídeos nos que falan varios sanitarios. A nós iso non nos parece formación, iso é moi pouca cousa», indican desde el colegio Seis do Nadal de Vigo, y esta opinión la comparten en un buen número de centros más. «Ya no se trata de que la formación sea suficiente o no, es que llegó hace solo unos días, cuando ya tenemos toda nuestra planificación hecha. No nos pueden dar esto a posteriori. Estamos trabajando 18 horas al día con todo en contra, con continuas incongruencias y cambios de medidas», añaden desde CEIP Anxo da Garda de A Coruña.

Algunos tratan de buscarle el lado positivo a esta formación por la vía rápida. Y ponen su esperanza en ese foro virtual en el que esperan encontrar respuestas: «Supoño que aí nos irán contestando, porque vai haber moitas dúbidas. No noso colexio todo o mundo se coñece, é pequeno, e os nenos búscanse uns a outros. Todo nos parece complicado», indica Víctor Varela, director de un centro educativo en Ferrol. Desde Pontevedra, Aurora Cañizares, que dirige el CEIP Álvarez Limeses, señala que lo peor es tratar de contactar con el centro de salud: «De momento, no lo conseguimos», sentencia.

«¿Qué hago con mis hijos mientras estoy aislada siendo negativo?»

Una familia gallega relata el callejón sin salida en el que se encuentra a unas horas del comienzo de las clases

El viernes 28 de agosto, Sandra Fuentes, junto a su marido Manuel, su hija de 12 años y su hijo de 4, se vio abocada a un callejón sin salida, pero nadie en la familia podría ni adivinarlo. Incluso hoy, confinados en su domicilio sin haber dado positivo por coronavirus, son incapaces de adivinar cómo será su vida en los próximos días.

Sandra Fuentes regenta en A Coruña un establecimiento de restauración con varios empleados. Aquel viernes, el positivo por coronavirus de un cocinero al regreso de vacaciones desató una sucesión de acontecimientos en cadena. El primero de ellos, el aislamiento de otra cocinera, cuya PCR fue negativa. Sanidade realizó un cribado de todos los trabajadores, con el resultado de otro positivo en cocina.

La autoridad sanitaria obliga a Sandra y a su familia a guardar cuarentena hasta el día 18 de septiembre, a pesar de que sus PCR fueron negativas. «Y eso que al principio nos remitieron al médico de familia, hasta que les dijimos que teníamos hijos y que empezarían el colegio esta semana», apunta. Su negocio permanece cerrado ante la inviabilidad de contratar una plantilla nueva para dos semanas, Y desconocen si habrá más PCR.

«Bajo nuestra responsabilidad»

«Respecto a los niños, Sanidade nos dijo que podían hacer vida normal, pero que en casa estuviésemos separados y con mascarilla. Que si teníamos quién los llevase al colegio, sería bajo nuestra responsabilidad. Pero si estamos aislados para evitar contagios a terceros, ¿cómo voy a enviarlos a clase? ¿Qué hago con mis hijos mientras estoy aislada siendo negativo», reflexiona Sandra, que también espera una respuesta del centro escolar. «Parece que ningún responsable ni autoridad sabe realmente cómo actuar», concluye.