Juan Capeáns
Feijoo se lo dijo: venían «a sufrir», y empezaron bien pronto, porque el acto de toma de posesión de los conselleiros cambió su emplazamiento, el pazo de Raxoi, por los exteriores de San Caetano, donde a la sombra hacía un frío considerable. Los ojos estaban puestos en los nuevos fichajes, que solo abrieron la boca para jurar o prometer el cargo, dejándole al más veterano, Alfonso Rueda, la responsabilidad de hablar en nombre de todos. Tiempo tendrán Julio García Comesaña, conselleiro de Sanidade, y María Jesús Lorenzana, conselleira de Emprego e Igualdade, de explicar sus proyectos, pero de momento ya escucharon lo que espera de ellos su nuevo jefe directo: «Esforzo, traballo e compromiso», enumeró el presidente de la Xunta.