Jácome evita por ahora la ruptura de su gobierno en Ourense, pero no convence a los críticos

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Agostiño Iglesias

Defiende las cuentas de su partido, cuestionadas por sus propios ediles

28 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Gonzalo Pérez Jácome no piensa dimitir como alcalde de Ourense, tal y como se sugería desde su entorno más crítico como solución a la crisis abierta en su partido. Así se lo comunicó este jueves a los otros seis concejales que Democracia Ourensana tiene en la corporación municipal. Los siete —y el abogado que acompañaba al regidor— se reunieron este jueves en un hotel de la ciudad para abordar el cisma. Allí, los ediles críticos pusieron de nuevo sobre la mesa su malestar por la opacidad con la que se gestionan las cuentas de la formación. La reunión no sirvió para convencerlos de lo contrario, pero al menos Jácome logró evitar por ahora una ruptura definitiva.

Los críticos aseguran desconocer el destino que el alcalde da a las dotaciones económicas que el partido recibe de las instituciones en las que tiene representación, que ascienden a 95.100 euros anuales entre el Concello de Ourense y la Diputación. También cuestionan la legalidad de las aportaciones económicas mensuales que deben hacer los asesores que DO tiene a sueldo en ambas instituciones. Pero, según dice Jácome, «todos los partidos reciben donaciones oficiales de políticos electos y/o personal eventual». Asegura que en PP, PSOE y Ciudadanos el porcentaje que aportan es del 15 %, mientras que en el BNG está entre el 20 y 25 % y en Podemos, en el 50 %. «Pues en DO, el global de las donaciones es inferior al 15 %», afirma Jácome.

Tras algo más de hora y media de reunión, ninguno quiso hacer declaraciones a su salida, pero alguna fuente subrayó que han acordado seguir negociando para tratar de reconducir la situación con el objetivo de no comprometer la gobernabilidad de la tercera ciudad de Galicia. Jácome, que salió el último y solo, se mostró sorprendido por la gran cantidad de medios de comunicación que lo esperaban. «¿Por qué es esta expectación? ¿Para hacer declaraciones sobre mi dimisión?», bromeó el alcalde, que evitó dar detalles de lo hablado porque unos y otros acordaron imponer la ley del silencio sobre este asunto.

Sin embargo, después, el regidor publicó en las redes sociales una foto de la sala donde estuvieron reunidos acompañada de la frase: «Seguimos trabajando por Ourense». Media hora antes de la reunión, Jácome utilizó también sus perfiles en Facebook y Twitter para fijar su posición ante la polémica que se ha originado en torno a la gestión económica de Democracia Ourensana.

El único de los concejales de la formación que habló al salir de la reunión fue Miguel Caride, portavoz municipal de Democracia Ourensana, aunque de forma muy escueta: «Estamos hablando y viendo las soluciones». Más tarde aclaró que él no lidera al grupo crítico, reconoció su preocupación por la situación y mostró su deseo de poder resolverla sin que afecte a la gobernabilidad de la ciudad.

Difícil moción de censura

Si finalmente se produce una ruptura definitiva en DO y Jácome insistiese en no dimitir, la única solución sería una moción de censura en la que no bastarían los cinco críticos de DO y los siete ediles del PP. Sería necesario también el concurso de otras formaciones, siendo imprescindible el PSOE —o, al menos, una parte de su grupo— para llegar a los 19 votos necesarios (los catorce de la mayoría absoluta y los cinco extra que exigiría la ley por participar en la moción exediles del grupo del alcalde). Por otra parte, el pacto entre PP y DO incluye también la Diputación, pero allí la gobernabilidad no se vería afectada en caso de ruptura porque, aún perdiendo el apoyo del único diputado de Democracia Ourensana fiel a Jácome, José Manuel Baltar seguiría contando con mayoría absoluta.

Los fichajes de Baltar: de un independentista a los ex del PSOE

La oposición señala a José Manuel Baltar como el instigador de la crisis de Democracia Ourensana. PSOE y BNG también lo culpan de las mociones de censura presentadas este agosto en Castrelo de Miño y Viana do Bolo, en ambos casos con exconcejales socialistas. «Merca o que non consigue nas urnas», resume el secretario provincial del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino, que cree que el caso de San Xoán de Río es diferente: «É chamativo que fiche a un independentista».

Se refiere al alcalde de este concello, Xosé Miguel Pérez Blecua, de quien se ha difundido una foto posando con una bandera en defensa del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. Hasta ahora independiente y ex del BNG, ha anunciado su afiliación al PP. Noa Presas, del Bloque, cree que estos movimientos se deben al interés de Baltar por «afianzarse» de cara a las próximas municipales, en las que podría volver a estar en peligro la Diputación. Por eso, según dice, «vai comprando vontades ao longo da provincia».