Casi la mitad de los municipios gallegos se plantan y rechazan entregar al Estado sus ahorros
GALICIA
Un centenar de cargos municipales del PPdeG se manifestaron frente al Concello de Vigo para reprobar a Abel Caballero
11 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Al menos 144 de los 313 concellos gallegos no entregarán al Estado sus remanentes de tesorería, es decir, los ahorros acumulados en los últimos años, una vía abierta por el acuerdo firmado la semana pasada entre la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Gobierno. Esos 144 municipios gallegos, el 46 % del total en la comunidad, son todos los que gobierna el PP, partido que ya ha confirmado que sus alcaldes no se sumarán a esa controvertida propuesta, que es de libre adhesión. Está por ver si también lo hacen los del BNG (una treintena), formación que la semana pasada fue muy crítica con ese decreto al entender que supondría «unha incautación» a los ayuntamientos. Los regidores socialistas -algo más de un centenar en Galicia- sí respaldarán ese pacto, aunque algunos en privado admitan que es mejorable.
La negativa del PP a que sus alcaldes suscriban esa cesión se manifestó ayer a las puertas del Concello de Vigo, un lugar simbólico por ser el bastión de Abel Caballero, el presidente de la FEMP, institución que ha promovido este contestado acuerdo. Allí, un centenar de cargos municipales del PPdeG se citaron para mostrar su negativa. Esa protesta, la primera en España contra el acuerdo, estaba encabezada por una pancarta en la que se podía leer la frase «Abel, Sánchez, devolvede os cartos dos veciños».
Esa entrega supondría prestar unos 15.000 millones de euros en remanentes municipales directamente al Estado, que los devolvería en diez años, a partir del 2022, a los municipios que se sumen. Unos 1.300 millones corresponden a concellos y diputaciones gallegas. Está por ver si esa propuesta llega a poder ejecutarse, porque la tiene que validar antes de un mes el Congreso, y hay una mayoría clara en contra. Regidores de PP, Ciudadanos, BNG, Esquerra, PDECat, PNV, Bildu y grupos regionalistas ya han dicho no.
Ante el Concello de Vigo, el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, criticó un «acuerdo impuesto» por el Gobierno, asegurando que no conlleva la inversión de todos los remanentes, sino «un porcentaje mínimo», y que «solo se podrá gastar en proyectos del Gobierno comunista de Pedro Sánchez».
El BNG recordó ayer que el decreto «aínda non está aprobado», y ven precipitado anunciar si se acogerán o no los municipios regidos por los nacionalistas. Su objetivo es modificar los términos de ese texto, «de xeito que os concellos poidan usar os remanentes e o superávit», dijo Carmen da Silva.
Caballero evitó contestar, y en su lugar lo hizo el portavoz del grupo municipal socialista de Vigo, Carlos López Font. Criticó que alcaldes y otros cargos locales del PPdeG que «siempre estuvieron callados» protesten «ahora que hay un Gobierno que deja gastar los remanentes» y «da 5.000 millones de euros adicionales» a los ayuntamientos que decidan prestarle sus ahorros.
La oposición acusa al Gobierno de hacer un corralito con el dinero de los municipios
El partido liderado por Pablo Casado ha dado un paso más en su rechazo al acuerdo del superávit de los ayuntamientos. Antonio González Terol, vicesecretario territorial del PP, calificó como «la mayor traición al mundo local» el real decreto acordado entre la FEMP y Hacienda. Asimismo, lo catalogó de «corralito» al pretender «incautar, expropiar y robar» los 15.000 millones de euros ahorrados en los últimos ocho años por los consistorios y devolverlos en el plazo de 17 años.
González Terol pidió a los alcaldes y concejales del PP que visibilicen su enfado con manifestaciones en agosto y septiembre en las puertas de sus ayuntamientos. Además, acusó a Pedro Sánchez de «doble traición» al «abandonar al mundo local durante la pandemia y ahora pretender apropiarse de los ahorros de las entidades locales».
El portavoz del PP en la FEMP, Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, envió una carta a la ministra de Hacienda donde le pide una reunión urgente para renegociar ese acuerdo.