La Guardia Civil reabre el caso del doble crimen de Taboadela once años después

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Martínez Campos fue detenido en dos ocasiones por el crimen, pero siempre dijo ser inocente. En la imagen, entrando a los juzgados en octubre del 2011
Martínez Campos fue detenido en dos ocasiones por el crimen, pero siempre dijo ser inocente. En la imagen, entrando a los juzgados en octubre del 2011 MIGUEL VILLAR

Los investigadores centran de nuevo sus sospechas en el hijo del matrimonio

28 jul 2020 . Actualizado a las 08:54 h.

José Martínez y María Teresa Campos, de 68 y 65 años, aparecieron muertos de varios disparos en su casa de la aldea de Amendo (Taboadela), el 26 de abril del 2009. El matrimonio residía solo en una vivienda unifamiliar y su asesinato puso en marcha una investigación que, nueve años después, no ha podido cerrarse. Eso sí, los investigadores de la Guardia Civil podrían ahora haber logrado nuevas evidencias que permitirían aclarar quién mató a los sexagenarios, permitiendo así la reapertura judicial de un caso en el que en todos estos años solo ha habido un sospechoso: el hijo de la pareja.

José Miguel Martínez Campos, de hecho, fue detenido hasta en dos ocasiones en relación con la muerte de sus progenitores y en otras tantas ocasiones ingresó en prisión para ser posteriormente excarcelado. Pero nunca confesó los hechos y la ausencia de pruebas de peso en su contra motivó que a mediados del 2013 la Audiencia provincial de Ourense archivara el caso provisionalmente.

La ausencia de coartada para la tarde de los hechos, la existencia de algunos restos de pólvora en sus ropas o la presunta autoría por parte de este sospechoso de un anónimo hallado en el bolsillo del hombre fallecido, indicios que justificaron su arresto, fueron calificados por el tribunal ourensano como «meras sospechas» y el caso quedó sobreseído a la espera de nuevos avances. Ahora, podría haberlos.

Y es que en las últimas semanas los investigadores habrían encontrado algunos hilos de los que poder seguir tirando, sobre todo a raíz de algunos testimonios relacionados con el crimen a los que se ha tenido acceso recientemente y que, de nuevo, situarían al mismo sospechoso de siempre en el punto de mira de los agentes. Alguien de su entorno podría haber aportado nuevos datos incriminatorios con los que volver a recuperar las indagaciones y, esta vez sí, encaminarlas hacia un esclarecimiento definitivo.

Y aunque por ahora no hay confirmación oficial alguna sobre el asunto, en los últimos días los agentes han regresado a la pequeña aldea de Amendo para recoger nuevas manifestaciones. Hay ya quien no descarta que se pueda materializar alguna detención en las próximas horas o días. 

Dos arrestos previos

La primera detención del hijo de la pareja, de 47 años, tuvo lugar en octubre del 2009, tras descubrirse que la coartada que había dado para la tarde de los asesinatos era falsa. Una conocida suya había contado que estuvo con él de bares aquel día, pero tras ser detenida terminó por confesar que había mentido por José Miguel. Tras unos meses en preventiva, el investigado fue excarcelado, lo que no evitó que se siguieran recabando nuevas pruebas que en octubre del 2011 propiciaron un segundo arresto. En sus ropas se habían hallado restos de pólvora que coincidían con los de los cadáveres y un informe de un lingüista veía probable que hubiese sido él quien escribió el misterioso anónimo. No fue suficiente.

El historial de Martínez Campos está lleno de sospechas, y también de alguna sentencia firme. Se le condenó en el 2012 por haber encañonado con un arma y amordazado a un amigo en una vivienda de Xinzo, en un incidente ocurrido días antes de la muerte de sus padres. Asimismo, se le relacionó con el asalto a un brigadista, que recibió varios disparos en los genitales tras una emboscada. Esto último nunca se aclaró.