El próximo miércoles 1 de julio vuelven las visitas con autorización previa al arenal
27 jun 2020 . Actualizado a las 13:51 h.La irrupción del covid-19 provocó que esta pasada Semana Santa no se expidiesen autorizaciones para visitar la playa de As Catedrais. El nuevo período de acceso restringido al monumento natural comenzará el próximo miércoles 1 de julio y, ahora sí, desde el pasado día 15 ya es posible tramitar los permisos para visitarlo a través de la página web de reservas habilitada por la Xunta. Hasta el 30 de septiembre, el aforo máximo diario permitido será de 4.812 visitantes.
La presencia del coronavirus y la necesidad de evitar posibles rebrotes ha llevado a establecer medidas de prevención también en las visitas a As Catedrais. Por ejemplo, la subida y la bajada al arenal se realizarán por turnos, regulados por los trabajadores encargados del control de acceso. Ya sobre la arena, se recomienda a los visitantes circular por la derecha en caminos y pasarelas, y será obligatorio el uso de mascarilla en zonas donde no se pueda mantener una distancia interpersonal de metro y medio. También se asegura que a la hora de leer los códigos QR que dan acceso a la playa se respetará en todo momento la distancia entre trabajador y visitante.
La incidencia del virus SARS-CoV-2 no impedirá que este verano también haya a disposición de quienes visiten el monumento natural un servicio gratuito de visitas. Los recorridos se organizarán en dos grupos de 25 personas cada uno como máximo, y se realizarán cada media hora coincidiendo con la bajamar diurna. En ellos, dos personas tituladas informarán a los participantes de los principales valores ambientales del lugar. Eso sí, durante las visitas habrá que adoptar todas las precauciones de distancia social y las medidas higiénico-sanitarias recomendadas por las autoridades.
Según informa la Consellería de Medio Ambiente, el dispositivo especial para controlar el acceso al monumento natural estará compuesto por cuatro auxiliares de servicio-informadores que solicitarán y comprobarán las autorizaciones de los visitantes, cuatro auxiliares de servicio-peones que supervisarán el acceso de vehículos a las zonas de aparcamiento, y cuatro monitores ambientales para realizar las visitas guiadas por el monumento. Además, un agente medioambiental estará presente en el arenal durante la bajamar, para advertir de posibles riesgos a los visitantes e informar de posibles sanciones si detecta alguna conducta imprudente.