Las cámaras para disuadir a incendiarios cubren ya el 60 % del territorio gallego

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Sala de pantallas del Centro de Coordinación Central de Defensa contra los Incendios
Sala de pantallas del Centro de Coordinación Central de Defensa contra los Incendios Paco Rodríguez

La cobertura visual real es incluso mayor, aunque no siempre con la calidad de imagen que se necesita

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Detección y disuasión. La red de vigilancia forestal mediante cámaras se ha mostrado muy efectiva no solo para la detección precoz de los incendios, sino como un elemento crucial de carácter disuasorio para que los incendiarios se lo piensen dos veces a la hora de prender fuego al monte, pues permiten incluso identificar a los autores de estos atentados contra el medio ambiente. El refuerzo de esta red con 16 nuevos centros de vigilancia y 32 cámaras de altas prestaciones permite ya cubrir y monitorizar el 60 % del territorio gallego con una nitidez óptima aunque, como explican en la Consellería do Medio Rural, la cobertura visual real, según una estimación realizada mediante software especializado, sería bastante superior. No obstante, en algunos casos no ofrece la necesaria calidad de imagen, de ahí la reducción del ámbito de control visual. De acuerdo con el mapa de cobertura visual estimada, las zonas de sombra suelen ser, salvo excepciones, áreas con una baja actividad incendiaria.

Con las instalaciones realizadas en los últimos meses, ya hay 60 centros de telecomunicaciones y 120 cámaras repartidas por toda la geografía gallega. Con los recursos actuales, por tanto, se pueden visionar con una calidad óptima un total de 1,8 millones de hectáreas. Un recurso fundamental para la respuesta temprana una vez se produce un conato, pues uno de los objetivos es aumentar el número de fuegos que se detectan en estadios tempranos, ya que así se reduce sensiblemente el coste de los medios de extinción. Las cámaras también sirven para tomar decisiones en tiempo real sobre la evolución del incendio.

La red de videovigilancia se puso en marcha en el 2018 con 88 cámaras, como apoyo a la labor de detección, prevención y seguimiento de incendios y para desplegarla se aprovecharon las infraestructuras de telecomunicaciones del operador público Retegal, con la ventaja de que las antenas de la señal televisiva suelen estar situadas en emplazamientos altos y estratégicos, con un amplio campo visual. Las cámaras de altas prestaciones tienen visión nocturna y funcionan con temperaturas extremas y con fuertes vientos.

Aunque todavía no han servido como instrumento de prueba de cara a procesos judiciales contra incendiarios dolosos, en Medio Rural están convencidos de que la información que aportan va a ser clave para el esclarecimiento de grandes incendios y para perseguir judicialmente a sus autores. En cualquier caso, el simple hecho de saber que pueden ser grabados durante su actividad delictiva funciona como un excelente elemento de disuasión. Este recurso, unido a otros sistemas de vigilancia con patrullas sobre el terreno -en las zonas de sombra de la videovigilancia- o el teléfono para denunciar de forma anónima y gratuita a los incendiarios (900 815 085), sirven para estrechar más el cerco contra los delincuentes ambientales o los responsables de negligencias que terminan en fuego.

El Plan de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales de Galicia (Pladiga) incluye estos recursos en el programa de detección, disuasión e investigación que, de acuerdo con el diseño antiincendios de la Xunta para la temporada actual, «contribuirá a reducir o número de lumes e a influír positivamente no comportamento da poboación, co fin de evitar neglixencias e exercer unha función disuasoria nos causantes de lumes intencionados».

Drones y la aplicación del «big data», lo último en la vigilancia forestal

La vigilancia forestal, en la que las torres clásicas de observación siguen jugando un papel relevante -especialmente donde no llega la cobertura de la videovigilancia-, evoluciona de la mano de los avances tecnológicos. El uso de drones forma parte de esta tecnificación de la lucha contra el fuego. Se incrementará paulatinamente su uso, así como la formación de agentes forestales en su manejo. Estos aparatos están equipados con cámaras de vídeo y térmicas, muy útiles para la detección temprana de conatos.

Ahora la Xunta está probando la aplicación de la tecnología big data o de macrodatos a la red de videovigilancia. Con estos recursos se analizan y envían datos de parámetros atmosféricos que tienen incidencia en los incendios forestales, como la humedad, la pluviometría, la temperatura o la dirección y fuerza del viento.

Tecnología en pruebas

En esta fase piloto, que termina a finales de este mes, se desplegaron dispositivos de estas características en tres centros de telecomunicaciones de la red. Aplicar técnicas de macrodatos ayudará a mejorar la predicción y la coordinación de la extinción de los incendios forestales, asegura en un comunicado la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), que pone en marcha esa tecnología con la Consellería do Medio Rural.