En ese preciso instante en que el elector recibe la documentación puede trasladar al cartero su deseo de emitir ya el voto debidamente cumplimentado a cambio de un justificante acreditativo. El repartidor postal se llevará el sufragio en depósito, lo que ahorrará al elector el tener que desplazarse a una oficina de Correos para depositarlo. Pero si prefiere no tener que votar en ese momento, siempre tiene la opción de acudir de manera presencial a la oficina de Correos para depositar su voto, para lo cual tiene de plazo máximo hasta el 10 de julio a las 14.00 horas.
El protocolo aprobado por Correos para organizar el voto a distancia en un momento marcado por la epidemia de coronavirus obliga a sus empleados a mantener en todo momento la distancia de seguridad interpersonal con el elector. Los carteros no accederá «en ningún caso al interior del domicilio particular del votante» y deberán «extremar el celo» en la custodia de los votos ya emitidos que entregará en su unidad. Para reforzar este servicio durante las elecciones vascas y gallegas, Correros contratará a 600 personas en ambas comunidades.