Dos hermanos, al frente de las policías de los limítrofes Poio y Pontevedra

Serxio Barral, López Penide REDACCIÓN

GALICIA

CAPOTILLO

Dicen que su vínculo puede facilitar la coordinación entre concellos colindantes

21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«En nuestra casa no había ningún antecedente de miembros de la Policía Local, ni de la Guardia Civil, ni de el Ejército... Nadie de uniforme, vamos». Lo explica José Manuel Duarte Solla (Cerponzóns, Pontevedra, 1972), que a principios de este mes asumió la jefatura de la Policía Local de Pontevedra. Su llegada a este cargo —fue el único aspirante que se presentó a una plaza que estaba vacante desde el pasado enero— no tendría por qué trascender más allá del municipio... si no fuera porque el jefe de la Policía Local del vecino concello de Poio es su hermano pequeño, Antonio (1976).

Ambos restan importancia a la coincidencia, pero no niegan que su vínculo familiar puede «facilitar el trabajo coordinado» de las policías locales de Pontevedra y Poio, como valora Antonio. Lo que comenta José Manuel entre risas es que en la comida familiar de los domingos en casa de sus padres no se habla de trabajo.

La vocación de servicio público como agente municipal le llegó primero al hermano pequeño. Antonio tomó la decisión antes de acabar el bachillerato. Su anuncio de presentarse a las oposiciones para ser policía local en Pontevedra causó cierta sorpresa en la familia. En aquel momento José Manuel estaba estudiando Física en Santiago, carrera que dejó cuando le quedaba año y medio tras decidir presentarse a las mismas oposiciones. «Yo fui el primero en adentrarme en el mundo policial y empezar a preparar las oposiciones —rememora el ahora jefe en Poio—. Mi hermano descubrió a través de mis ojos el apasionante mundo policial y decidió convertirlo en su futuro profesional».

José Manuel lo confirma. «Cuando Antonio dijo en casa que quería ser policía local nos quedamos todos flipados. Pero mientras él se preparaba, me empezó a interesar, me gustó y me pareció interesante, asequible». Dejó los estudios de Física y empezó a preparar las oposiciones. Pero no aparcó la vida académica. Se matriculó en Criminología, un título propio de la Universidade de Santiago, y lo compaginó con la preparación del temario de las oposiciones.

José Manuel ganó la plaza de policía local en Pontevedra en 1997 y al poco tiempo obtuvo la diplomatura en Criminología. No frenó ahí sus estudios, pues se matriculó en la Universidad de Alicante, que tiene un título superior en Ciencias Criminológicas que permite hacer a distancia. Lo compaginó con el inicio de su carrera policial.

Antonio aprobó las oposiciones un año y medio después que su hermano. Desde entonces y hasta el 2017, ambos formaron parte de la plantilla de la Policía Local de Pontevedra, con la excepción del 2004 al 2008, cuando José Manuel estuvo en Cambados como sargento jefe interino.

Cuando regresó a su puesto como agente en Pontevedra en el 2008, Antonio hacía sustituciones de oficial aunque aun no tenía tal categoría laboral. Hubo momentos en los que el hermano menor daba órdenes al mayor. Fue por poco tiempo. Un año después salió una plaza de oficial a concurso. Esa vez, José Manuel no se presentó porque no quería competir con su hermano. Pero este no ganó la plaza y a la siguiente convocatoria optaron los dos. José Manuel obtuvo el grado de oficial antes que Antonio, por lo que se cambiaron las tornas y fue el hermano mayor el que paso a dar órdenes al pequeño, que logró el ascenso más tarde.

Ya los dos como oficiales, desarrollaron su carrera en Pontevedra, aunque José Manuel siguió avanzando en el escalafón hasta obtener la categoría de inspector jefe. En el 2017 Antonio asumió el cargo principal en la Policía Local de Poio, y desde hace apenas veinte días los dos se pueden saludar como jefes cuando van a comer a la casa familiar de Cerponzóns. Allí ven a su hermana que, al contrario que ellos, no sintió la llamada policial. Optó por la carrera educativa.

«Nunca nos imaginamos estar en esta situación, llevando jefaturas vecinas»

«Nunca en mi vida se me pasó por la cabeza que con 47 años sería jefe de la Policía Local de Pontevedra. Y menos, que coincidiera siendo mi hermano el jefe en Poio», apunta José Manuel. «No podíamos imaginar que estaríamos en esta situación, llevando jefaturas vecinas», corrobora Antonio. Ambos aseguran que es un «orgullo» tener a su hermano «al otro lado del puente de la Barca», el viaducto sobre el río Lérez que separa a Pontevedra y a Poio, en el que no tuvieron inconveniente en posar para ilustrar este reportaje. La sesión fotográfica fue su primer «trabajo» conjunto, pero ambos están seguros de que habrá otros, ya de carácter policial.