Fallece Juan Luis Pía, el juez del Prestige

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI REDACCIÓN

GALICIA

Juan Luis Pía, el día que se leyó la sentencia del Prestige, cuando se cumplían diez años del naufragio del buque
Juan Luis Pía, el día que se leyó la sentencia del Prestige, cuando se cumplían diez años del naufragio del buque PACO RODRÍGUEZ

Hijo del último alcalde de la dictadura en Ortigueira y perteneciente a una saga de juristas, el magistrado fue el encargado de leer la controvertida sentencia  de noviembre del 2013 que exculpó de un delito penal a los tres acusados por la catástrofe

13 jun 2020 . Actualizado a las 17:16 h.

La tarde del 13 de noviembre del 2002 quedará para siempre grabada en la memoria de los gallegos. La marea negra del Prestige, una de las mayores catástrofes ambientales, teñía Galicia para escribir uno de los episodios más desgraciados de su historia. Se iniciaba un largo y tortuoso camino en el que la sociedad demandaba justicia. Tuvieron que pasar diez años de investigación y nueve meses de juicio. Y el 13 de noviembre del 2013, todas las miradas se dirigieron a Juan Luis Pía (A Coruña, 1952), magistrado de la Audiencia coruñesa, que leyó durante una hora y media una sentencia que exculpaba de delitos penales a los tres acusados por la catástrofe: el capitán del buque, Apostolos Mangouras; el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector general de la Marina Mercante, José Luis López Sors. 

Perteneciente a una saga de juristas, hijo del último alcalde de la dictadura en Ortigueira, Juan Luis Pía solía reconocer que la complejidad de aquel caso, lleno de testigos, peritos y una ingente base documental, llegó a obsesionarle. La fundamentación de aquella sentencia, que concluía que no estaba probado el delito medioambiental, no satisfizo a los demandantes ni tampoco a la sociedad gallega, que veía cómo la mayor tragedia ecológica jamás vivida en su tierra quedaba sin culpables. El fallo fue luego enmendado en casación por el Tribunal Supremo, que condenó al capitán a dos años de cárcel y abrió la puerta a lograr una compensación buscando en el Reino Unido la póliza de mil millones de euros del seguro. Afable e irónico, y muy respetado en su profesión, Juan Luis Pía encajó aquel revés con elegancia. «Nosotros en la Audiencia absolvimos a todo el mundo pero el Supremo nos corrigió y muy bien», dijo. Pero el magistrado siempre defendió su trabajo, ajeno a presiones, según el mismo decía. En una entrevista publicada en este diario, Pía recordaba que cuando redactaron la sentencia, sabían que iba a provocar cierto escándalo, que iba a ser criticada. «Pero nunca me he parado en esos asuntos. Lo que técnicamente creo es lo que decido», sostenía con firmeza. El magistrado siempre defendió que palabras como impunidad o injusticia no eran aplicables a un caso en el que se había condenado al capitán a Mangouras por desobediencia y mantenía abierta la indemnización por responsabilidad civil. Siguió encargándose de la ejecución de la sentencia pese a que tenía ya plaza en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. 

 La muerte de Juan Luis Pía ha causado una profunda consternación en la judicatura gallega. Ingresó en la carrera judicial con 23 años en Verín y luego pasó por los juzgados de Betanzos, San Sebastián, Murcia, Ourense, Ferrol y la Audiencia coruñesa, de la que volvió a un juzgado de Instrucción de Ferrol y de nuevo a la Audiencia Provincial de A Coruña. En la actualidad era Magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). 

 El magistrado era amante de la lectura y de Ortigueira, villa a la que regresaba cuando podía y en la que fue incluso pregonero en las fiestas del verano del 2010. Le gustaba pasear por las playas de Espasante y Morouzos, recuerda el alcalde, Juan Penabad, amigo de la familia. Cuando las circunstancias de la pandemia lo permitan, el municipio le organizará un funeral y un homenaje para brindarle un último y sentido adiós.