Pontevedra, la ciudad a la que la Comisión Europea ya pone como ejemplo a seguir

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace muchos años, una marca de coches sueca se publicitaba con una fotografía de una carretera desierta y el lema «cuando otros hablan de seguridad, Volvo ya ha pasado». Irónicamente -por tratarse de un anuncio para vender coches-, el mensaje es perfectamente aplicable a la ciudad de Pontevedra en estos tiempos de pandemia, cuando urbes de todo el mundo buscan fórmulas para humanizar las ciudades. Porque está claro que mientras otros hablan de peatonalizar, Pontevedra ya ha pasado. Lleva veinte años haciéndolo.

La ciudad del Lérez comenzó hace dos décadas a aplicar medidas que otros lugares urgen ahora: reducir el tráfico (se logró en más de un 65 %); reconquistar para los ciudadanos espacios urbanos antes invadidos por los coches hasta el punto de que hoy alrededor del 75 % del casco urbano es de preferencia peatonal; o limitar la velocidad, primero a 30 por hora (hace una década que se implantó, siendo la primera ciudad española en hacerlo) y desde el año pasado a 10 por hora en las calles de plataforma única.

Esta misma semana, Pontevedra recibió su último espaldarazo internacional. Si en años anteriores fueron la DGT, la ONU o la Fundación Bloomberg, entre otros, ahora ha sido la Unión Europea la que ha otorgado a la ciudad del Lérez la primera edición de su Premio de Seguridad Vial Urbana, un galardón al que se habían presentado veintiséis ciudades.

La propia Comisión Europea espera que Pontevedra sirva de ejemplo a otras urbes a la hora de emprender reformas. «Pontevedra redujo las muertes en la carretera en la ciudad de manera consistente desde 1999, logrando de manera impresionante cero muertes» desde el 2011, se explica en el acta de de concesión del premio. Además se destaca que «el jurado quedó impresionado por el uso en Pontevedra de una amplia gama de medidas, incluida la reducción de los límites de velocidad a 10 y 30 por hora» así como «por la creación de más espacios públicos que son atractivos para los peatones».

Como explicaba esta misma semana el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, «todas as decisións que tomamos serven para que os espazos urbanos sexan seguros, que a xente non teña que terlle medo aos coches, e permitan a cohesión da cidade e o uso dos espazos públicos facendo de Pontevedra unha cidade atractiva para vivir».