Las ciudades gallegas se ponen a 30 para dar protagonismo a los peatones

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

Aprovechan las limitaciones del estado de alarma para establecer más zonas de paseo y sin coches

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Protagonista, el peatón». Ese fue el lema con el que hace ya nueve años la Dirección General de Tráfico congregó en Córdoba a medio millar de alcaldes, concejales, policías locales, técnicos de movilidad y urbanismo, investigadores, compañías de seguros y empresas de automoción. Aquel encuentro marcó las líneas de lo que hoy es ya una realidad en muchas ciudades: más espacios peatonales y un tráfico menos agresivo.

«Vamos hacia una nueva movilidad urbana, con retos tan ambiciosos como redefinir los espacios para favorecer la movilidad de todos», dice la coordinadora de la DGT en Galicia, María Victoria Gómez Dobarro, que define esos retos: «Las calles son y deben ser espacios de convivencia; incentivando los desplazamientos a pie y fomentando un uso racional del automóvil, y reservando espacios para facilitar el reparto de mercancías y para determinados tipos de vehículos».

Parece haber un consenso sobre esos aspectos y son muchos los ayuntamientos que están apostando por hacer más confortables sus calles, haciendo más zonas peatonales y reduciendo los límites de velocidad. Se adelantan al plan de medidas urbanas que tiene pendiente de aprobar la DGT desde hace meses y que establece un máximo de 30 km/h en calles de un solo carril y sentido. Hay muchas razones para bajar el límite de 50 a 30, apunta Gómez Dobarro: «Un estudio de la OMS del 2011 estableció que el riesgo de morir en un atropello en ciudad se reduce como mínimo cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h en lugar de 50. Esa medida puede asegurar la supervivencia en la mayoría de los casos de atropello».

La Pontevedra de Lores fue la pionera, y ya no hay muertes por atropello en sus calles. Hace ya tiempo que el resto de las ciudades gallegas tomaron nota y empiezan a presumir de zonas libres de coches y de calles más amables con los peatones. Las limitaciones del estado de alarma han servido en muchos casos para aprovechar ese camino más seguro. A Coruña acaba de aprobar un plan para convertirse en una ciudad 30. Ese será el límite general y las excepciones serán las calles a 50 por hora, pero habrá calles a 10.

Es el futuro de las ciudades, que ya comparte Vigo, con más de setenta calles peatonalizadas y con limitaciones a 10 por hora para los vehículos que van al garaje. El alcalde, Abel Caballero, hablaba de convertir la calle en «un gran espacio social», que es lo que también pretende la Federación Española de Municipios (FEMP) que él mismo preside, y que resume su compromiso de movilidad urbana en «generar espacios más seguros para el peatón», tomando como referencia los modelos de ciudad 30 y tipificando las calles por velocidades.

Lugo fue una de las ciudades que más aceleró para frenar la velocidad. Hace años, con Orozco de alcalde, impuso el 30 en muchas de sus calles. Hoy, la ciudad aprovecha los cierres provocados por el estado de alarma para ensayar la peatonalización de muchas calles, incluso de toda la ronda de la muralla.

En Santiago los fines de semana se están haciendo peatonalizaciones de fin de semana en las calles del Ensanche. Son un experimento en busca de un urbanismo más seguro en una ciudad que ya tiene calles a 30 y a 20.

Ourense tiene un plan de movilidad urbana aprobado en el anterior mandato municipal y que nadie de la actual corporación discute. El objetivo es aumentar la «almendra peatonal» y reducir la velocidad a 30 en todo el casco urbano. Menos prisa tienen en Ferrol, donde no están previstas grandes actuaciones para limitarla velocidad en sus calles.

Con informaciones de Ignacio Carballo, Carmela López, Xosé Gago, Alejandro Martínez, Paco Ascón y Suso Varela.