Las dificultades de la educación especial: «Cando a miña filla está na casa precisa atención permanente»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO

GALICIA

Maria Xunqueira, junto a su hija, alta dependiente
Maria Xunqueira, junto a su hija, alta dependiente xoan a. soler

Asociaciones de padres piden ampliar un curso a todo el alumnado de último año en centros de educación especial

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La plataforma de asociaciones de madres y padres de centros de educación especial de Galicia gestiona ante la Xunta que todo el alumnado que finaliza la escolarización este curso la prolongue el próximo. Se repararía así el perjuicio de la pandemia del covid-19, que interrumpió su formación en marzo. La petición afecta a 53 estudiantes, que tienen 21 o más años, indican. Hay 641 matriculados en de 14 centros públicos en estas enseñanzas en la comunidad, según datos de la Consellería de Educación.

El Consello de la Xunta abordó el asunto el 30 abril. Acordó como medida excepcional para paliar os efectos da crise da covid-19 sobre este colectivo, acceder en parte a la petición de las familias. El acuerdo contempla 33 estudiantes, los que tienen 21 años; pero no a 20 jóvenes más de edades superiores. La plataforma reclama que se incluyan todos.

Ambas partes coinciden en que el estado de alarma y la ausencia de actividad presencial en esos centros influyó en la adquisición de competencias para la vida y en la capacitación profesional de ese alumnado. Pero la consellería alude a que el «límite de permanencia nestes centros son os 21 anos».

El alumnado de estos centros presenta trastornos del espectro autista, parálisis cerebral, y discapacidades intelectuales, con situaciones de dependencia que impiden su escolarización en colegios ordinarios. «Cando a miña filla está na casa precisa dunha atención permanente», explica María Xunqueira, presidenta de la asociación del centro A Barcia, de Santiago. Su hija tiene reconocido un grado de discapacidad del 96 % y la convivencia es complicada, como ocurre en el estado de alarma: «Polas noites non nos deixa durmir, e para poder conciliar polo día é case imposible, pois ten que estar alguén sempre pendente dela», dice. Entre este colectivo hay muchas situaciones como la suya, sostiene. Aunque su hija tiene 19 años y no se halla entre quienes afrontan la posible pérdida de escolaridad.

Xavier Rodríguez Sánchez, de Ferrol, sí está en esa situación: «Dos 20 estudantes que non contempla a Xunta, 10 estiveron este curso no centro Terra de Ferrol», afirma. El problema surge porque los últimos años se han compatibilizado dos normativas: la de atención a la diversidad, que contempla ese límite de los 21 años en los centros de educación especial; pero en las provincias de A Coruña y Lugo el alumnado pudo participar además en programas formativos, regulados por la normativa de FP, que prevé ampliar la escolarización hasta los 25 años.

«O meu fillo, que ten máis de 21 anos, realizaba este ano esas ensinanzas de FP, con flexibilización. Neste alumnado, o proceso de aprendizaxe é máis lento, e tamén deben adquirir habilidades sociais, ou de desenvolvemento persoal, a maiores da formación profesional básica. Sen atención presencial non ten sentido a súa atención. O normal é que lles permitan continuar un ano máis, que se prorrogue a súa escolarización co criterio de permanencia que anunciou a consellería», dice Xavier Rodríguez.

Esta plataforma la constituyen las asociaciones de madres y padres de los centros de educación especial Santa María e Infanta Elena, de Lugo; Miño y O Pino, de Ourense; Saladino Cortizo y Pontevedra, de Pontevedra; Terra de Ferrol, de Ferrol; María Mariño, de A Coruña; del de Vilagarcía de Arousa; y la del de A Barcia de Santiago, además de familias del López Navalón, también de Santiago, porque en este último no hay asociación constituida.

Sus miembros se plantean como prioridad reclamar más plazas públicas para la atención de sus hijos a partir de los 21 años, cuando finaliza su período de escolarización en los centros de educación especial. Después no hay nada, dicen. La compostelana María Xunqueira solicitó hace dos años una plaza en una residencia para su hija: «Aínda non me responderon, pois tardan un promedio de 4 anos. Os centros de día, ocupacionais e outros recursos de Política Social, incluídas as residencias, non teñen prazas suficientes para este colectivo cando acaba a etapa escolar».

Este curso -la última vez el 7 de marzo- realizaron gestiones ante la Xunta, Parlamento, Valedor do Pobo... Proponen que, mientras no haya esas plazas, se contemple ampliar el período en la educación especial hasta los 30 años, pues estos centros educativos disponen de internados y otras instalaciones apropiadas; y en alguno, como el de A Barcia de Santiago, infrautilizadas. Pero ahora la urgencia es ampliar un año la escolarización de todos, sin excepciones, insisten.