Tecnología para buscar, y encontrar, agua bajo las piedras

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN

GALICIA

La Xunta ha decidido tomar como referencia para estos proyectos el área de Vigo. En la imagen, el embalse de abastecimiento de Eiras durante la sequía del 2017.magen, el embalse de abastecimiento de Eiras durante la sequía del 2017.
La Xunta ha decidido tomar como referencia para estos proyectos el área de Vigo. En la imagen, el embalse de abastecimiento de Eiras durante la sequía del 2017.magen, el embalse de abastecimiento de Eiras durante la sequía del 2017. M.MORALEJO

La Xunta recurre al «big data» para calcular cuáles son los recursos hídricos subterráneos en Galicia

31 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es el país de los mil ríos de Cunqueiro, pero también el país de los miles de pozos. El poblamiento disperso y la lógica imposibilidad de canalizar el agua con recursos públicos a todas las viviendas ha consolidado la búsqueda de agua subterránea como una opción para garantizar el abastecimiento en las zonas rurales, evitando un gasto público que en muchos casos no se justificaría. Galicia, más que ninguna otra comunidad, ha desarrollado un amplio sistema de autogestión del agua.

Esta realidad es conocida por Augas de Galicia, que quiere repensar en clave de futuro cómo se va a gestionar el agua en la comunidad ante las amenazas del cambio climático y, también, tener una idea clara de cuáles son sus recursos hídricos ante una previsible crisis climática, en la que la sequía y las inundaciones serán mucho más habituales. Conocer cuáles son las reservas de agua subterránea es fundamental de cara a ese futuro incierto, y la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, de la que depende ahora Augas de Galicia, ha buscado apoyo en la innovación y en la ciencia gallega para dar solución a estos interrogantes, dentro de un proyecto que ha sido bautizado como Innoaugas.

Así, hace unas semanas inició el proceso de Compra Pública de Innovación para abordar este desafío y otros relacionados con la gestión del agua, en un sistema de colaboración entre el talento privado y la Administración que está siendo utilizado, por ejemplo, para solucionar el problema de la niebla en la autovía del Cantábrico a la altura de Mondoñedo. En este caso se trata de, por medio de tecnologías como el big data, hacer una cuantificación lo más aproximada posible de los recursos hídricos.

Ahora la Xunta espera que las empresas tecnológicas le hagan llegar sus propuestas iniciales hasta el día 8 de junio. No solo con respecto a la evaluación de los recursos hídricos subterráneos, sino para, por ejemplo, idear un sistema de alerta temprana de sequía que permita racionalizar los recursos en caso de emergencia. Un modelo similar podría ser utilizado para prever el riesgo de inundaciones.

En el caso de las aguas subterráneas, su cuantificación es muy compleja con técnicas tradicionales, pero muy necesaria de cara el futuro por si hay que buscar recursos más allá de las aguas superficiales. No obstante, están íntimamente relacionados. En los informes previos para la compra pública se explica que el aprovechamiento de estas reservas se lleva a cabo a través de lo que se denomina flujo de agua subsuperficial, «que está íntimamente ligado al flujo superficial, lo cual hace que, en caso de situaciones de sequía, se produzca también el agotamiento de estas reservas». En este sentido, también se pedirá a las empresas colaboradoras que, además de estimar el volumen disponible de aguas subterráneas, se investigue cómo funciona la relación entre los cursos fluviales de la cuenca Galicia-Costa y estos yacimientos hídricos.

Otro objetivo va más allá del agua subsuperficial y pretende buscar bolsas hídricas en capas más profundas, «aspecto muy importante en zonas donde puede haber sobreexplotación del recurso o escasez en situaciones extraordinarias», se explica en la exposición de objetivos de la compra pública, que podría definirse como un concurso de ideas en el ámbito del I+D.

Se trata de buscar tecnología que dé información en tiempo real y que localice una serie de zonas de interés regional en las que se detecten recursos hídricos relevantes que puedan ser utilizados en situaciones extremas. Pero también si en algunas zonas existe sobreexplotación de recursos. La información sobre estos aspectos es muy limitada. Tan solo existe un estudio realizado por la Universidade de Santiago en el 2008.