Los bomberos forestales tendrán más información a pie de incendio con imágenes de satélite

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

Brigadas forestales en un incendio en Pantón
Brigadas forestales en un incendio en Pantón CARLOS CORTÉS

El dispositivo de este curso tendrá a disposición diez drones para vigilancia y disuasión

29 may 2020 . Actualizado a las 23:11 h.

El Gobierno gallego ha dado el visto bueno definitivo al Plan de prevención e defensa contra os incendios forestais de Galicia (Pladiga 2020) tras su análisis esta semana en el Consello Forestal. El operativo, tal como se había anunciado, contará con novedades en los recursos humanos con contratos mejorados en un mes para un millar de fijos discontinuos, y como todos los años tendrá novedades en lo que se refiere a los recursos tecnológicos. Sin embargo, el factor diferencial serán las medidas derivadas de la emergencia sanitaria, que han obligado a establecer una docena de protocolos para que el personal pueda desarrollar su trabajo en óptimas condiciones de seguridad e higiene.

Además, los trabajos previos propios de la primavera se han visto condicionados por el confinamiento, que ha retrasado el arreglo de fincas particulares; y también por el desempeño de los bomberos forestales que voluntariamente se han implicado en los trabajos de desinfección en centros de salud, residencias de mayores y otras instalaciones de los doscientos municipios con menos de cinco mil habitantes.

Al margen de los recursos mecánicos que trabajan sobre el terreno, el Pladiga 2020 avanza con novedades tecnológicas y aplicaciones para abordar los siniestros. Así, esta temporada se integrará la posibilidad de que los mandos puedan tener imágenes vía satélite actualizadas que podrán compartir, con el marcado provisional de la evolución del fuego. Además, contarán con información en tiempo real para la gestión sobre el terreno que podrán seguir a través de tabletas que ya tienen los agentes y técnicos.

En las mismas se han incluido datos cartográficos actualizados en los que se indican los puntos de agua, los límites administrativos o los espacios protegidos, así como la búsqueda de topónimos y puntos kilométricos, la localización por GPS de los recursos asignados, las rutas seguidas por las primeras unidades en llegar al lugar, información sobre el propio fuego y los perímetros que se deben fijar.

Con respecto a los medios aéreos, el plan cuenta entre las novedades con mayor capacidad para el transporte de agua y la incorporación de un total de diez drones, tanto para la vigilancia y la disuasión como para dar apoyo durante la extinción.