Suspendidos los últimos 29 contratos del nuevo plan de transporte de la Xunta

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La UME desinfecta la estacion de autobuses de Ourense
La UME desinfecta la estacion de autobuses de Ourense MIGUEL VILLAR

El Tribunal de Contratación acepta los recursos de dos empresas de autobuses y para cautelarmente el procedimiento

01 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Administrativo de Contratación Pública, dependiente de la Consellería de Facenda, suspendió ayer cautelarmente la licitación de los últimos 29 contratos del nuevo plan de transporte, que fueron licitados hace diez días en pleno estado de alarma, dentro de la política de la Xunta de avanzar en la tramitación administrativa de la contratación pública para paliar los efectos económicos del coronavirus. Con la paralización cautelar del procedimiento, el tribunal estudiará el recurso presentado por Autos Carballo (Aucasa, perteneciente a la multinacional Arriva) para tomar una decisión definitiva al respecto. También ha recurrido en términos similares la compañía Hedegasa.

La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, el órgano de contratación que licitó el último lote de rutas del nuevo plan de transporte, alegó en contra del recurso y de la suspensión cautelar, pero pidió que en caso de que se decretara la paralización se suspendieran también los plazos para la presentación de ofertas de cara a la adjudicación de los contratos. El departamento que dirige Ethel Vázquez no tuvo éxito en impedir la estimación de los recursos, aunque el tribunal sí suspenderá cautelarmente los plazos previstos para presentar las ofertas.

En determinadas empresas del plan de transporte se vio con malos ojos la licitación de los contratos en pleno estado de alarma, sin tener en cuenta las circunstancias especiales de la situación actual, donde el negocio afronta una dura crisis al tener el aforo limitado a un tercio y con las frecuencias reducidas al máximo. Infraestruturas, por contra, sigue dispuesta a culminar la segunda y definitiva fase del nuevo plan de transporte este año, tal y como estaba previsto antes de la epidemia. Y alegan que no pueden condicionar a la situación actual unos contratos que durarán diez años. Las diferencias sobre el transporte escolar compartido también están sobre la mesa. Algunas empresas creen que no será posible cuando se reanude el curso por el riesgo de contagio a los mayores.

El sector de los transportes, en su modo terrestre, ferroviario o aéreo, ha sido uno de los que más ha sufrido la pandemia, pues es un claro factor de contagio al favorecer la movilidad y por tanto la dispersión del covid-19. Ahora, con la desescalada, se va a seguir limitando el aforo de los vehículos, aunque con una suavización progresiva que tampoco solventará los graves problemas de liquidez que las empresas de autobuses llevan soportando desde que se decretó el estado de alarma. Ahora, el miedo al contagio con la progresiva vuelta a la normalidad parece que va a favorecer el uso del vehículo privado, a lo que se ha unido algunos llamamientos confusos de responsables de distintas administraciones. Ayer, desde el Ministerio de Transportes se solicitó a la UE unas normas comunes para la seguridad sanitaria en el transporte, al tiempo que el propio ministerio recomendaba el uso de mascarilla, pero sin decretar su obligatoriedad.