El presupuesto de la Xunta asumirá el mayor ajuste en el gasto desde la crisis

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, durante la videoconferencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, durante la videoconferencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez David Cabezon | EFE

El Gobierno mete las tijeras en varias áreas para reforzar el fondo de contingencia

10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La realidad que vive hoy Galicia, el conjunto de España y buena parte de Europa no tiene nada ver con la del último trimestre del 2019, cuando se tramitaba y aprobaba el proyecto de Orzamentos de la Xunta para el 2020, por un montante de 10.149 millones de euros. Entonces, el Gobierno gallego estimaba que la economía crecería este año un 1,9 %, por encima de la media española, que tendría capacidad para aumentar un 7,6 % la recaudación de impuestos directos, que los ingresos vinculados a las tasas y precios públicos crecerían un 5,6 %, hasta sumar un total de 187 millones de euros, y que la mejora de la actividad permitiría crear 9.000 empleos netos y bajar un punto y medio la tasa de paro, hasta situarla en el 10 % a finales de este año.

El golpe propiciado por el coronavirus convirtió todas esas previsiones en papel mojado. Nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde llegará el desplome de la economía (gallega, española, europea, mundial). Tampoco cuánto empleo se acabará perdiendo con en esta crisis sanitaria ni hasta donde llegará la merma de ingresos y la emisión de deuda. Pero es evidente que la pandemia va a tener un impacto enorme en las finanzas públicas, que obligará a la Xunta realizar el mayor ajuste en sus presupuestos desde el estallido de la crisis económica del 2008.

Fuentes de la Consellería de Facenda explican que, de momento, se puede manejar internamente la situación con «modificaciones puntuales» en las principales partidas presupuestarias, pues lo que sí tienen garantizado las comunidades es la inyección de liquidez del sistema de financiación autonómica, cuyas entregas empezaron a abonarse a finales de marzo. Además, Galicia fue una de las comunidades que logró aprobar los presupuestos para el 2020, lo que le proporciona más margen para cuadrar números que otros territorios, como Castilla y León o Madrid, que tienen prorrogadas las cuentas del 2019, o incluso Cataluña, que sigue con la referencia del presupuesto del 2017, el último que logró aprobar la Generalitat.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, dio fe este miércoles del ajuste que sufrirán las finanzas autonómicas al aprobar en el Consello una propuesta de la Consellería de Facenda para crear un «fondo de continxencia específico» para hacer frente al aumento del gasto sanitario y social que provocará la epidemia del COVID-19. Dicho fondo estará dotado con 100 millones de euros procedentes del recorte en los gastos corrientes que sufrirán varios departamentos.

Hace dos semanas, el Gobierno gallego aprobó otro plan para inyectar 1.800 millones en la tesorería y compensar así la caída en la recaudación provocada por la suspensión temporal de la actividad y el aplazamiento en las liquidación de impuestos.

Son dos decisiones que, en sí mismas, evocan lo ocurrido en el 2010, en plena crisis económica, cuando poco después de aprobar los presupuestos, el Gobierno de Feijoo tuvo que asumir un recorte adicional de 218 millones para cuadrar números, a los que siguieron 243 millones más en los presupuestos del 2011. El volantazo en las cuentas aún no llegó a esos niveles, pero la crisis del coronavirus aún está lejos de desaparecer de escena.

Dos volantazos de 218 y 243 millones en menos de un año

El 2010 fue el «annus horribilis» de las finanzas autonómicas. La entonces conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, tuvo que hacer en abril un recorte adicional de 218 millones en el presupuesto debido a la merma de ingresos y, hacia finales de año, se vio obligada a hacer otro ajuste de 243 millones más por reflejar en las cuentas unos ingresos del Fondo de Cooperación que la Xunta de Galicia no llegó a recibir.