Incautadas tres toneladas de cocaína en Arousa tras una persecución por la ría de madrugada en pleno confinamiento

Javier Romero / Serxio González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

cedido

Los fardos de una lancha se lanzaron al mar en plena huida antes de llegar a Ribeira; los de la segunda embarcación se cogieron cerca del río Umia a manos de un gallego y un colombiano

12 abr 2020 . Actualizado a las 20:14 h.

A la luz de la luna, entre bateas, a bordo de dos planeadoras con 3.000 kilos de cocaína en la ría de Arousa y, todo ello, en pleno estado de alarma. La ocasión pintaba calva y nada mejor que un confinamiento generalizado para seguir operando en la oscuridad. Algo parecido se les ocurrió a las mentes pensantes de la organización que esta madrugada trató de introducir tres toneladas de cocaína en Galicia a la antigua usanza, por mar y a bordo de dos planeadoras semirrígidas. Una investigación conjunta de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil, ambos de Pontevedra, frustró sus planes esta madrugada, demostrando que los vigilantes pueden guardar todas las medidas de protección ante el coronavirus que sean necesarias, pero no están encerrados entre cuatro paredes.

Todo empezó de madrugada, cuando al fin aparecieron las lanchas esperadas. En concreto, dos. Fueron interceptadas por dos helicópteros (de Aduanas y Guardia Civil) y tres patrulleras (dos de Aduanas y otra del Instituto Armado) acercándose a la ría de Arousa, exactamente a diez millas de la isla de Sálvora. Navegaban juntas hasta que fueron atisbadas por los citados medios marítimos y aéreos. A partir de ese momento se abrió la veda. La planeadora roja, más grande, se desmarcó de su pareja de baile tomando dirección Ribeira. Concretamente Aguiño. A bordo iban dos hombres que, presionados por los focos de sus perseguidores, optaron por echar la mercancía al agua. Lo siguiente fue vararla a las bravas en una playa de Castiñeiras, entre Ribeira y Aguiño, para darse a la fuga por tierra. Ambos siguen en busca y captura.

La otra planeadora, blanca y más pequeña, se buscó la vida a manos de otros dos hombres, igualmente presionados por sus perseguidores. Ellos, perseguidos y moviéndose entre bateas con la luz de la luna en lo que fue una noche despejada, llegaron a la entrada del río Umia, ya en Cambados, para varar su lancha de cualquier manera e intentar desaparecer. Los investigadores fueron más rápidos y les dieron caza. Uno es gallego, conocido en el negocio pero sin demasiada pompa. El otro detenido tiene nacionalidad colombiana y sería la persona de confianza de los proveedores para comprobar que todo el trabajo salía bien. En total, 143 fardos requisados hasta el momento, y todo ello gracias a las fuerzas de seguridad que peinaron, y lo siguen haciendo, por mar y aire la ría de Arousa, en busca de más fardos.

Las planeadoras y la cocaína fueron transportadas al puerto de O Grove, desde donde una comitiva policial las trasladó a dependendencia policiales para analizar su pureza y calcular las ganancias que generaría de haber llegado al mercado negro. La lanchas, ahora, serán trasladadas a la Escuela Naval de Marín y los detenidos serán puestos a disposición judicial en las próximas 72 horas para dar carpetazo al primer gran alijo del 2020 en Galicia. Un porte de 3.000 kilos de perico que recuerda la cruda realidad del narcotráfico patrio: 35 años después siguen utilizando las mismas vías de acceso que en los comienzos del negocio, por la ría, a la luz de la luna y entre bateas.