Urkullu pacta con los partidos vascos aplazar las elecciones

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta LA VOZ / REDACCIÓN

GALICIA

Feijoo y Urkullu, durante una visita del primero a la sede del Gobierno vasco en el 2016
Feijoo y Urkullu, durante una visita del primero a la sede del Gobierno vasco en el 2016 David Aguilar | Efe

No está clara la fórmula que tendrá que emplear tras ese acuerdo político, mientras Feijoo sopesa una situación similar para Galicia

16 mar 2020 . Actualizado a las 13:06 h.

El lendakari Iñigo Urkullu ha dado un paso al frente y ha pactado ya con los partidos el aplazamiento de las elecciones en el País Vasco, comicios previstos para el 5 de abril, igual que en Galicia. En esta comunidad, Feijoo mantiene una reunión esta mañana también con el resto de formaciones políticas y todo apunta a que se irá en la misma dirección por la emergencia sanitaria por el coronavirus. La cita en Galicia ha comenzado a mediodía con PSdeG, BNG, Galicia en Común y Ciudadanos, mientras Vox ha rechazado la cita. 

Urkullu se acoge a la situación de declaración de emergencia y de alarma en España, de tal manera que dejará en suspenso la disposición de febrero por la que procedía a convocar esos comicios. La fecha que se decidirá posteriormente queda a expensas de cómo evolucione la situación, «en cuanto sea posible», y «en el primer domingo» que sea hábil para ello. Pero teniendo en cuenta el contexto actual, aventurar cualquier fecha es temerario.

La legislación española no contempla la suspensión de unas elecciones ya convocadas, como sucede en el País Vasco y en Galicia. Todo apunta a que el anclaje jurídico queda en manos del Gobierno central y de la Junta Electoral Central, si bien esta última solo actúa tras una solicitud formal. De esta forma, lo que ha sucedido en el caso vasco, y salvo sorpresa, también pasará en el gallego, es una declaración política formal, consensuada, y que evitará elecciones en las dos comunidades mientras siga el estado de alarma.

Sin embargo, la fórmula que ha encontrado el País Vasco, y pactada entre todos los partidos, pasa primero por dejar en suspenso el decreto del lendakari de la propia convocatoria, de tal forma que el presidente Urkullu se reservaría la potestad de llamar a las urnas, sin depender así de Madrid, a través de otro decreto. Está por ver si esa misma solución se articula en Galicia.