La Guardia Civil despliega en Galicia su nueva policía aérea antidrones

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

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Los equipos Pegaso han sido adiestrados para evitar las intrusiones ilegales en zonas sensibles, como los aeropuertos

28 feb 2020 . Actualizado a las 21:08 h.

Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional. Ese es el nombre oficial al que responde el acrónimo de Pegaso, en el que se integran los equipos que ha creado la Guardia Civil para controlar el espacio aéreo de todo el territorio nacional. Galicia tendrá cuatro de esos equipos, uno en cada provincia, que tendrán su base de trabajo en las correspondientes comandancias. Para implantar este servicio, la Guardia Civil ha preparado a 171 agentes que han sido formados con especialistas de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), del gestor de navegación aérea española Enaire y de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil.

La principal labor de los equipos Pegaso en Galicia será la vigilancia del espacio aéreo y de la aviación en general, aunque pondrán el foco en garantizar la operatividad de los aeropuertos de Alvedro, Lavacolla y Peinador evitando intrusiones ilegales que puedan poner en peligro la actividad aérea. Los nuevos equipos vigilarán la actividad de los drones y de otros aparatos de aviación ligera y deportiva.

«Ese control lo venían haciendo las unidades territoriales del instituto armado, pero ahora la Guardia Civil ha decidido que esa vigilancia la realice la policía del aire y ha formado especialistas en esta materia, que tiene una normativa específica con una gran complejidad», explica el sargento Jorge Pacha, jefe del Pegaso de Madrid y responsable de la coordinación del despliegue de los equipos de la policía del aire en el resto de España.

«Nuestra labor es fundamentalmente preventiva», dice el sargento Pacha. Añade que se trata de controlar el vuelo de cualquier aeronave que no cuente con autorización, «pero no solo controlamos drones, sino que nos centramos mucho en el control de aeródromos para evitar actividades ilícitas o aterrizajes en pistas clandestinas».

Los agentes también llevarán a cabo inspecciones de instalaciones y entidades relacionadas con la aviación en general, como escuelas de vuelo, empresas de ocio y servicios profesionales aeronáuticos y se encargarán de las investigaciones de hechos delictivos cometidos en el ámbito aéreo y apoyarán a las unidades de la Policía Judicial en las investigaciones de incidentes aéreos.

El primer equipo Pegaso de policía del aire se creó en Madrid en el año 2016 y estaba dedicado al control integral de la aviación general y de drones. Solo en el 2019 el equipo Pegaso de Madrid realizó 51 investigaciones de incidentes relacionados con helipuertos, aeródromos, clubes de aeromodelismo, drones, ultraligeros y paramotores. También identificó nueve infraestructuras susceptibles de ser utilizadas para el aterrizaje y despegue de aeronaves sin autorización.

La creación de una policía aérea como la de la Guardia Civil sigue las recomendaciones planteadas por Interpol para intervenir en el caso de incidentes con drones, como el ocurrido recientemente en el aeropuerto de Madrid-Barajas, que tuvo que ser cerrado al tráfico aéreo después de que el piloto de un avión comercial alertase de la presencia de un dron en el espacio aéreo del aeropuerto.

«Hay más riesgos que los drones»

La misión principal de la policía aérea de la Guardia Civil es la prevención y control de incidentes relacionados con aeronaves ultraligeras y deportivas, como los drones pilotados por control remoto, contando para ello entre otros medios con el Sistema Global Contra Dron (SIGLO- CD) de la Secretaría de Estado de Seguridad, que en una sola semana detectó más de cien vuelos de aparatos aéreos por control remoto.

Aunque hay cada vez más drones en vuelo, el sargento Pacha asegura que los drones son muy mediáticos, pero que «hay más riesgos, como por ejemplo, el uso de un láser dirigido contra el piloto de un avión cuando se aproxima a la pista de aterrizaje». Prevenir e investigar hechos de ese tipo es otra de las labores fundamentales de los Pegaso. Tras la experiencia de Madrid, «la Guardia Civil ha visto que ha dado muy buenos resultados para disminuir la vulnerabilidad del espacio aéreo desde el punto de vista de la seguridad pública y decidió que era necesario extenderlo a toda España».

El responsable del despliegue de la policía aérea por todo el territorio explica que en el entorno de los aeropuertos se analiza que no existan obstáculos ni actividades peligrosas para la navegación aérea, lo que incluye la presencia de drones, de grúas muy altas sin autorización, de cetrería... «Todo eso se enmarca en las funciones de la policía aérea de la Guardia Civil», señala el sargento.