Investigan la alteración de etiquetas en los alimentos de Amigos de Galicia

S. GONZÁLEZ / J. M. PAN REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

Los indicios apuntan a modificaciones de varios años en las fechas de caducidad

27 feb 2020 . Actualizado a las 13:19 h.

Definitivamente, tras la prohibición de que Amigos de Galicia manipule cualquier clase de alimento parece haber más que una negligencia a la hora de garantizar la correcta conservación de los lotes de comida que la fundación distribuía entre familias en riesgo de exclusión de toda la comunidad. Eso es al menos lo que se sospecha desde que el sábado trascendió que agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y los servicios técnicos de la Consellería de Sanidade habían irrumpido el día anterior en los almacenes centrales de la oenegé en Vilagarcía, así como en sus instalaciones del polígono de San Cibrao das Viñas, en Ourense. Fuentes próximas a la investigación apuntan a que alguien pudo alterar las etiquetas de varios de los productos distribuidos por la entidad, procedentes, en muchos casos, de donaciones.

El lunes, en su comparecencia para tratar de explicar lo ocurrido, el director general de la fundación reconoció la existencia de una partida de alimentos caducados desde el 2015. Jesús Busto aseguró que estaban almacenados en Ourense «para su destrucción y nunca con la intención de ser entregados». Que algún lote de este tipo haya llegado o no a manos de los usuarios de Amigos de Galicia es algo que la investigación de la Fiscalía y de la Guardia Civil deberá determinar. De momento, lo que los investigadores manejan son indicios de que las fechas de caducidad o consumo preferente de ciertos artículos pudieron haber sido modificadas. Y las diferencias son notables. De varios años, incluso.

La prohibición decretada por la Consellería de Sanidade a raíz de las inspecciones desarrolladas la semana pasada es tajante. La oenegé no puede manipular ningún tipo de alimento, y no existen excepciones ni diferencias entre productos frescos y no perecederos. Así lo indican, también, los informes del Seprona. En cuanto al punto hacia el que se encamine este proceso, la consellería se remite a las actuaciones que está llevando a cabo la Fiscalía.

Lo que sí parece estar fuera de toda duda es el incumplimiento de las normativas básicas de salubridad por lo que respecta a las condiciones de conservación de los alimentos que almacenaba y distribuía la fundación a toda Galicia. Dos cámaras frigoríficas permanecen precintadas en Vilagarcía por falta de aislamiento e higiene. La situación de las naves que tiene en Ourense es todavía peor, con grandes cantidades de artículos en diferentes grados de deterioro.

Silleda busca una alternativa

Mientras, las consecuencias de la paralización de las actividades de Amigos de Galicia ya se están dejando notar en varios puntos. Este miércoles, el Concello de Silleda activó una campaña especial de recogida de alimentos para proveer a las 31 familias a las que atendía a través de un convenio con la fundación. Se precisan, sobre todo, fruta, yogures y leche, así como aceite, conservas o galletas, informa Olimpio Arca.

Medio millar de empresas, la Xunta, las cuatro diputaciones y sesenta concellos

Constituida en 1987, la fundación tiene como objetivo la protección de la infancia, la lucha contra la pobreza y la ayuda a las mujeres en situación de vulnerabilidad. Al margen de la distribución de alimentos (según sus propios datos, en diciembre entregó lotes de comida a 2.159 familias gallegas), la oenegé posee programas específicos para la atención a los inmigrantes, la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión y el apoyo a las personas mayores que viven solas. Para llevar a cabo este abanico de cometidos, Amigos de Galicia cuenta con la colaboración de la Xunta, las cuatro diputaciones, sesenta concellos de todos los colores políticos y el respaldo económico de fondos europeos. El año pasado, 562 empresas y 24.385 particulares realizaron donaciones a una oenegé que disponía de 61 empleados y medio millar de voluntarios.