Feijoo trata de aguar el desembarco del Gobierno y lo tacha de «moroso»

J. C. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Óscar Cela

La Xunta y el PPdeG intensifican los reproches por el IVA y la crisis de la industria

22 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Xunta y el PPdeG han intensificado las críticas al Ejecutivo central pocas horas antes de que Pedro Sánchez entre de lleno por primera vez en la precampaña gallega desde que se convocaron las elecciones. Desde la trinchera institucional, Feijoo ha inhabilitado a la ministra de Hacienda para negociar con las comunidades una reforma de la financiación autonómica. «Págueme lo que me debe. Yo no puedo ver a la Administración central y pensar que cuando estoy sentado estoy viendo a un moroso», afirmó tras un acto en Santiago.

El titular de la Xunta ha ido más allá de la reclamación de los 374 millones que Hacienda le debe a Galicia por la liquidación del IVA y los incentivos por ser una de las comunidades cumplidoras y ha afirmado que esta situación bloquea cualquier iniciativa «porque no es posible hablar en serio sobre nada. ¿Qué más da lo que digan si al final lo incumplen?», reprochó Feijoo, que tendrá que reservar la pólvora que tenía guardada para azotar al Ejecutivo por el mal trato que esperan para Galicia en los presupuestos del Estado, porque no estarán listos hasta el verano.

Del otro frente se hizo cargo Miguel Tellado, desde el atril del PPdeG. El secretario general de los populares habló directamente sobre la estrategia de Pedro Sánchez, «que viene a pedir el voto para el PSdeG y después ataca a Galicia desde Madrid». La crisis de las industrias electrointensivas es la bandera que trata de agitar para incomodar al candidato Gonzalo Caballero, al que le reprocha que siga el paso que marca Moncloa y que defienda menos a Galicia que el presidente socialista asturiano o el cántabro, que se juega la gobernabilidad con el PSOE.

Tellado tampoco dejó pasar la oportunidad de darle un último uso a su favor a la decisión de Luís Villares de retirarse de la política, circunstancia que aprovechó para poner de ejemplo de lo que, a su juicio, le espera a los gallegos si su partido no alcanza la mayoría. Al igual que en el 2016, hay que elegir entre el actual presidente «o un lío enorme», disyuntiva tras la que invitó a los gallegos a imaginarse cuatro años de «escándalos, con conselleiras rompiendo espejos de coches —en referencia al caso de la diputada Paula Quinteiro— y un Gobierno en el que no se hablan entre ellos».