La USC acaba de aprobar su propuesta, que permitirá cursar hasta 90 créditos de cinco carreras diferentes
07 feb 2020 . Actualizado a las 21:17 h.Si la tramitación avanza según lo previsto, el próximo curso el campus de Lugo tendrá su primer grado abierto, la primera propuesta y, por ahora, única que hará la Universidade de Santiago para esta modalidad de estudios que permite al alumnado nuevo cursar asignaturas de diferentes carreras para luego elegir la rama que más le interesa.
La declaración de intenciones que ha aprobado el Consello de Goberno de la USC es un grado abierto de ingeniería y arquitectura que permitirá a diez alumnos elegir entre materias de las ingenierías agrícola y agroalimentaria, civil, forestal, de procesos químicos y robótica e implica a la Escola Politécnica Superior y la Facultade de Ciencias de Lugo. Los estudiantes podrán cursar hasta 90 créditos y de ellos, al menos 60 deberán ser reconocidos una vez escojan el grado definitivo.
«Como estratexia de campus pode ser interesante, ademais pode servir para facer máis eficientes os recursos e ata cambiar as taxas de abandono», explicaba al final de la reunión del Consello de Goberno la vicerrectora de Titulacións, Victoria Otero. La USC lo ve como una iniciativa positiva, pero ha sido prudente a la hora de elegir su primer grado abierto al no tener muy claros los problemas, como los administrativos, que podría suponer poner en marcha este grado. Por eso será también la única propuesta que hará la USC para su implantación inmediata, porque servirá como experiencia piloto para luego valorar las ventajas para los estudiantes y los inconvenientes que puedan surgir. Por eso, las carreras escogidas para la implantación del grado abierto tienen una base bastante común, aunque luego son títulos diferenciados.
De hecho, y para caminar sobre seguro en esta nueva modalidad de acceso a la educación superior, las universidades gallegas han pensado en mantener una reunión de carácter técnico con otras instituciones que ya tienen implantado el sistema de grados abiertos —la Pompeu Fabra de Barcelona y la Carlos III de Madrid— para resolver dudas sobre la implantación de los grados abiertos, aportar sus soluciones a distintos problemas que puedan ir surgiendo e incluso anticipar dificultades que puedan surgir.
Ahora que se ha aprobado la declaración de intenciones, la USC comenzará a redactar la memoria, en la que se establecerán, entre otras cosas, las asignaturas concretas que podrán cursarse.