Las causas de defunción por trastornos seniles, tumores o insuficiencias cardíacas se disparan en función del municipio

Manuel Varela
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El análisis a más de 10 millones de muertes en todos los municipios españoles en los últimos treinta años ha venido a corroborar, una vez más, que las causas de mortalidad varían según la zona donde se vive. El nuevo Atlas Nacional de Mortalidad en España (ANDEES) estudia, en cada ayuntamiento a nivel nacional, las 102 causas de muerte principales para establecer los principales riesgos de mortalidad en cada uno.

El mapa resultante demuestra que las enfermedades respiratorias disparan los índices de mortalidad por esta razón en zonas como las cuencas mineras asturianas. O, como ya recogió el atlas publicado por el Centro Nacional de Epidemiología en el 2014, el riesgo de morir por cáncer de estómago es mucho mayor en Burgos y Palencia que en el resto del país, asociado a una dieta más basada en alimentos procesados como embutidos.

Las diferencias también se aprecian en Galicia. Según los datos facilitados por el grupo de investigadores de la Fundación FISABIO y la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana, los riesgos de mortalidad por trastornos mentales orgánicos, senil y presenil —supuso la principal causa en Galicia el año pasado— duplican la media nacional en Pol, Láncara, Ribadumia, Oleiros o Corcubión.  

Los investigadores crean un indicador que relaciona el número de muertes por una causa determinada y el número esperado por esta razón según su censo. Así, cuando un concello presenta un valor igual a 100, el estudio interpreta que «se han observado el mismo número de muertes que las que cabría esperar en ese municipio». Cuando este indicador es 100, el riesgo de morir por esa causa determinada es similar al promedio de toda España. Si es superior a 100, existe un «exceso de riesgo en comparación con el riesgo promedio de toda España para dicha causa».

Por insuficiencia cardíaca, una de las principales causas de mortalidad en Galicia, solo 27 concellos se sitúan por encima del promedio. Sin embargo, en Lourenzá se dispara hasta duplicar la media, ocupando el quinto puesto en todo el estado sobre un total de más de 8.000 ayuntamientos. La mayor tasa se concentra en la comarca de Ferrolterra,

En la comarca de O Morrazo se dispara el riesgo por tumor de estómago. La Razón de Mortalidad Estandarizada suavizada (RMEs), el indicador creado por el grupo de investigadores, coloca a Bueu, Moaña y Cangas como los tres ayuntamientos con el índice más alto del país. En sexta posición figura Vilaboa. Marín, A Guarda y Vilanova de Arousa aparecen entre los veinte primeros. El fenómeno es especialmente alto en los concellos de las Rías Baixas y parte de la Costa da Morte, además del sur de Ourense.

El tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón, sexta causa de mortalidad en Galicia, tiene mayor índice en las siete grandes ciudades gallegas. Los principales causantes de este tipo de tumores son el tabaco, la edad, los factores genéticos y la contaminación atmosférica.

El infarto agudo de miocardio terminó con la vida de casi mil personas en Galicia en el 2018. El riesgo de muerte por esta causa se reparte de forma homogénea por el norte de la comunidad y se reduce en toda la provincia de Pontevedra. La tasa más alta, sin embargo, se da en Agolada, que ocupa el puesto 23 en España, seguida de Cartelle (29), Barreiros (55) y Cabana de Bergantiños (94).

El ANDEES también recopila resultados por causas de mortalidad externas como los accidentes de tráfico. El riesgo en Rábade, Cabana de Bergantiños y O Corgo aparece entre las veinte primeras del país. A Coruña, Ferrol y Tui se sitúan en el lado opuesto, con los índices más bajos.