El coche en el que murieron tres jóvenes al chocar en la AP-9 en Vigo iba a 138 km/h
GALICIA
Investigadores de la Guardia Civil reconstruyeron el accidente, ocurrido en mayo en un tramo de la autopista limitado a 100
06 feb 2020 . Actualizado a las 22:53 h.El Departamento de Investigación y Reconstrucción de Accidentes (Dirat) de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil de Mérida entregó ayer al juzgado de Vigo su informe del siniestro que costó la vida a tres adolescentes de un instituto de Redondela cuando circulaban por la AP-9, cerca de Rande, en Vigo, el 29 de mayo del 2019. Apuntan a un exceso de velocidad como causa del accidente mortal. El conductor había aprobado el carné un mes antes y la pandilla iba a un bar de Vigo a ver el partido de la final de la UEFA.
Los agentes de Mérida, tras hacer una simulación por ordenador, concluyen que el Peugeot 206 que ocupaban los menores, manejado por un novel de 18 años, circulaba a 138 km /h en un tramo de autopista limitado a 100. Certifican así que hubo un exceso de velocidad. Esta fue la causa del siniestro porque propició que el coche se saliese de la vía en una curva, hiciese trampolín con una valla quitamiedos, volase y se estrellase con la parte trasera contra un pilar de un viaducto. Los tres viajeros de los asientos traseros murieron en el acto por el impacto contra el hormigón. El conductor y el copiloto sobrevivieron tras desplomarse el vehículo en la mediana. Salieron por su propio pie, contusionados, y fueron hospitalizados.
Otro dato que apunta el mismo informe es que los cinco ocupantes del vehículo llevaban puesto el cinturón de seguridad. Queda así aclarado que la joven sentada en el medio del asiento trasero y que salió disparada llevaba ajustado el cinto. Es un detalle que interesa a las aseguradoras para calcular las indemnizaciones. La compañía del conductor se ha personado en el juzgado.
El conductor será procesado
Tras leer el informe, de 120 folios, la jueza de Instrucción número 5 de Vigo, que investiga el siniestro, prevé abrir un proceso al conductor como responsable del accidente, al detectar una infracción durante su conducción pues superaba en más de 38 km/h la velocidad máxima autorizada. Una posibilidad es que las partes pidan que se juzgue al autor por un delito leve de circulación imprudente con resultado de homicidio. En dicho caso, el conductor solo comparecerá en la vista a contar su versión.
La otra posibilidad es que la jueza abra diligencias previas al joven por la vía penal como autor de un delito de conducción temeraria y lo cite a declarar en calidad de investigado. El asunto se resolvería en un juzgado de lo penal.
En concreto será el fiscal especial de Seguridad Vial, Carlos Gil, una vez reciba el informe, quien pedirá en los próximos días a la jueza que se procese al conductor por un delito leve o uno grave.
Una huella de frenada de más de 50 metros
El equipo de la Dirat de Mérida acudió el 2 de julio del 2019 a Vigo a medir la trayectoria que siguió el Peugeot 206 hasta estrellarse contra la columna. Había una huella de frenada muy visible y superior a los 50 metros, lo que situó al vehículo por encima de los 100 km /h. Con estos datos, hicieron un simulacro por ordenador para encajar todas las piezas y el resultado fue sorpresivo ya que nadie esperaba que hubiese un exceso de velocidad significativo. El coche era un viejo modelo que, además, llevaba el peso de cinco personas.
La idea inicial, en la que también trabajó el equipo de atestados de la Guardia Civil de Tráfico de O Porriño, es que parecía que habían jugado otros factores, como una maniobra inexperta del conductor o un despiste. Pero, según revelaron las operadoras telefónicas, en los momentos previos al accidente no sonó ningún teléfono móvil en el coche ni los ocupantes llamaron ni cruzaron mensajes de WhatsApp. El programa informático desveló que el coche iba rápido.
En el accidente fallecieron Sara, Sofía y Bieito, todos de 17 años. El chico era de Pazos de Borbén y las dos chicas de Redondela, una con vínculos en Vilaboa. Resultaron heridos el conductor, M.M.V., de 18 años, y el copiloto, de 17, José R.A, ambos de Redondela. Varios de ellos jugaron en el equipo de fútbol Choco.