La izquierda tantea acuerdos en Galicia, pero nadie renuncia a su marca electoral

Juan María Capeáns Garrido
J. Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

04 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Vuelta a empezar. Superada la investidura en Madrid, los grupos políticos de la izquierda rupturista y de corte nacionalista han retomado los debates internos y, en algún caso, los contactos oficiosos entre formaciones para tratar de articular una alternativa al Gobierno de Feijoo, convencidos de la necesidad de sumar para alcanzar la mayoría.

De momento, las posiciones parecen alejadas, y el que marca su terreno con más intensidad es el BNG, que en su día alimentó la creación de otras marcas y que ahora se limita a abrir sus puertas a todo el que quiera subirse «a un proxecto político propio coa mellor candidata, Ana Pontón», proclamó Olalla Rodil.

Luís Villares, de En Marea, anunció que su partido iniciará hoy las gestiones para recuperar su grupo parlamentario tras la escisión del pasado mes de junio, y se prepara para ir a las elecciones «en solitario, ese é o escenario máis probable». A pesar de este punto de partida, saludó como positivo «o xiro de Anova» de este fin de semana, en la medida en que, a su juicio, se abre la posibilidad de conformar un «proxecto nacional galego e progresista tras constatar o fracaso da unidade popular» con partidos estatales, una posible colaboración que enmarcó en «unha cooperación horizontal» sin que nadie renuncie a sus siglas.

La relevancia de En Marea

De la mala relación que sigue latente entre el grupo de Villares y sus anteriores compañeros da fe la reacción de Luca Chao, portavoz de Común da Esquerda, que no le concede «relevancia» a En Marea, al que consideró un partido minoritario al no alcanzar el 1 % de los votos en los últimos comicios. Para esta diputada, los electores tienen claro quién ocupa el «espazo central do cambio en Galicia», y añadió que «xa non é o momento para os experimentos con gasosa».

Por su parte, Gonzalo Caballero (PSdeG) descartó que la posición del BNG con respecto a la monarquía, expresada ayer junto a otras fuerzas independentistas en Madrid, pueda afectar a una hipotética alternativa en coalición en Galicia porque en temas como la sanidad o la educación «imos entendernos».