El temporal Gloria avivó el debate sobre los terrenos ganados al mar o la presión urbanística en la costa. La Xunta y Costas identifican 160 kilómetros con riesgo significativo en el litoral gallego
02 feb 2020 . Actualizado a las 22:32 h.Los graves efectos del temporal Gloria en el litoral mediterráneo han puesto sobre la mesa debates que deberían haber tenido lugar mucho antes, antes de construir paseos marítimos por buena parte del litoral, ganar terrenos al mar o dejar que la presión urbanística llegara a pie de playa, exponiendo a distintos peligros a la población que vive en estas zonas. A pesar de que la configuración del relieve de la costa gallega es muy diferente a la levantina -con más zonas de acantilados-, también es verdad que la capacidad destructiva del Atlántico es mucho mayor que la del Mediterráneo.
Tanto la Xunta como Demarcación de Costas llevan años estudiando las Áreas con Risco Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) por influencia marina, además de las que Augas de Galicia delimita en los cursos fluviales de competencia autonómica de la demarcación Galicia Costa. La longitud del litoral con riesgo de inundación alcanzaría los 160 kilómetros, en una primera evaluación que fue revisada, en muchos casos al alza. La provincia de Pontevedra tendría el 46 % de estas zonas medidas linealmente, por delante de A Coruña (37 %) y Lugo (17 %).
Como marcan las directivas europeas, en un principio se estudiaron áreas costeras -principalmente zonas urbanizadas y pobladas- con un cierto riesgo de inundación marina. Pero se seleccionaron solo las que presentan un riesgo significativo de cara a la elaboración de mapas de riesgo, donde se señala el litoral afectado, pero también la superficie potencialmente inundable.
Mapas con zonas inundables
De estos mapas llaman la atención el de Muxía, donde buena parte del núcleo urbano correría riesgo de inundaciones marinas, para un período de retorno de 500 años. El de A Coruña, especialmente la zona de Riazor-Orzán. O la cartografía elaborada para Betanzos, donde el mar recuperaría buena parte del espacio que ocupaba la ría antes del largo proceso de sedimentación.
El resto de los enclaves con riesgo significativo son A Pobra, Corrubedo, Porto do Son, O Pindo, Ceee, Fisterra, Camariñas, Camelle, Laxe, Malpica, Santa Cristina, Neda, Cedeira, Viveiro, San Cibrao, Burela, Rinlo, la costa desde Baiona a Panxón, la playa de Patos, Ézaro, A Guarda, Vigo, Marín, O Grove y Vilanova de Arousa.