El automático se asienta en la carretera

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen de los mandos de un coche con cambio automático
Imagen de los mandos de un coche con cambio automático VÍTOR MEJUTO

Cada vez hay más coches con ese tipo de cambio, que los expertos califican como más eficiente, suave y seguro

29 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace una semana un coche dotado de cambio automático se despeñó por una ladera cuando su conductor maniobraba en el aparcamiento del parador de Baiona. Supuestamente, una confusión con la marcha introducida provocó que el vehículo saliese disparado sin control. No es la primera vez que la conducción de un coche con cambio automático termina en accidente por un error en el manejo por parte del conductor, pero los expertos tienen claro que conducir un coche automático es más fácil, aunque coinciden en que hay que acostumbrarse. ¿Cuáles son las diferencias con un vehículo con cambio manual? ¿Es más difícil conducir un coche automático?

No es más difícil. Todo lo contrario, explica Álvaro Louro, investigador de accidentes de tráfico y experto en seguridad vial, que asegura que «un coche con un cambio automático moderno que además tenga un dispositivo de control de velocidad es la mejor combinación para una conducción más eficiente y segura». Louro añade que en la actualidad los coches con cambio automático suponen un plus de seguridad ya que al no tener que hacer cambios manuales el conductor puede centrarse más en la carretera. «Es una cosa menos de la que se tiene que preocupar la persona que está al volante», afirma el especialista, que recuerda que hoy en día los coches de competición incorporan motores con cambios automáticos «para que el piloto tenga las mínimas interferencias y se concentre totalmente en la conducción. A esas velocidades, un mínimo error puede ser la causa de un accidente».

«El que prueba un coche automático ya nunca más vuelve al cambio manual»

A la seguridad que ofrecen los cambios automáticos modernos se une su eficiencia, uno de los aspectos más destacados por los especialistas. «La conducción con un vehículo con cambio automático es mucho más suave, ecológica y más limpia. Mantiene el motor en los regímenes adecuados en cada momento», explica Álvaro Louro.

La introducción del cambio automático en el mercado español ha sido, y sigue siendo, lenta, aunque cada vez se ven más coches automáticos por las carreteras. Hasta hace pocos años eran muy pocos los que llevaban ese tipo de cambio. «Pero los automáticos han evolucionado de forma evidente», dicen fuentes de la DGT, que explican que «la oferta actual de cambios automáticos es muy amplia, y no solo en los coches más potentes, sino también en los segmentos básicos». Las mismas fuentes indican que la demanda de vehículos automáticos está creciendo, aunque lo hace a un ritmo lento, quizá porque aún hay muchos conductores que ni siquiera se plantean la opción del automático por desconocimiento de su funcionamiento. Informaciones de la DGT señalan que un cambio automático aporta confort al conducir, en especial en ciudad. «Y también, seguridad, al permitir al conductor centrarse en el manejo de volante, del freno y del acelerador».

Sistemas evolucionados

«Cada vez hay más coches automáticos, ya que el mercado español se está acercando al europeo», explica otra fuente conocedora del sector del automóvil, que añade que los sistemas automáticos en los coches han evolucionado mucho y han conseguido que esos cambios sean más rápidos, más suaves y con un menor consumo de combustible.

Los vehículos con cambio automático son más eficientes y más seguros. Disminuyen las interferencias en la conducción, coincide José Luis Valero, de Arrojo-Audi. «Y en la conducción urbana puede reducirse la distancia de frenado en un coche automático porque cuando se pisa el freno a fondo el ABS actúa de forma más rápida porque, lógicamente, no hay que pisar el embrague». Valero destaca también que el cambio automático «protege las prestaciones del motor. No se pasa de régimen, nunca hay evoluciones bruscas». Y tiene una opinión similar a la de otros expertos del automóvil: «El que prueba un automático ya nunca más vuelve al cambio manual».