
En diez concellos, el 20 % de su censo son menores de edad, y en once, la mitad son jubilados
27 ene 2020 . Actualizado a las 14:30 h.No es fácil ser adolescente en Lobeira. Entre todos no juntan el número suficiente para llenar el aula de un colegio. En los últimos diez años solo nacieron una niña y ocho niños. Tampoco lo es en Calvos de Randín, donde además de enfrentarse este mes a las temperaturas más bajas de la comunidad, salir de casa supondrá, en la mayoría de los casos, toparse con alguien que quintuplica su edad. La media de los vecinos de este concello ourensano supera los 62 años, igual que en Lobeira y San Xoán. Las pirámides de población dividen por franjas el censo en grupos de cinco años. La forma más repetida en más de un centenar de concellos deja una pirámide invertida, partiendo de una base estrecha que se va ampliando según avanza la edad.
La edad más común en Galicia alcanza ya los 47 años, evidenciando un envejecimiento que dibuja su propia pirámide demográfica, que empieza a engordar a partir de los treinta años. Solo hay un concello que se resiste a cumplir los cuarenta.
Ames vuelve a ser el ayuntamiento más joven de la comunidad, según la actualización del padrón que el Instituto Nacional de Estadística realiza cada mes de enero. «Muchos de los que vivíamos en Santiago encontramos aquí una oferta más económica», recuerda el alcalde José Miñones, que, como muchos de sus vecinos, nació en la capital gallega y encontró un nuevo hogar en O Milladoiro o Bertamiráns. El ayuntamiento duplicó su población en los últimos veinte años, primero por su oferta inmobiliaria y, ahora, según el regidor, «por los servicios de conciliación» para las familias o la mejora de las conexiones.
Los ayuntamientos más jóvenes de Galicia rodean a las grandes ciudades. Junto a Santiago aparecen Ames y Oroso; en el área metropolitana de A Coruña están Arteixo y Culleredo; en Ourense, Barbadás; y, en la órbita de Vigo, se encuentran Salceda de Caselas, O Porriño y Ponteareas.
También baja la media de edad al cruzar el río Lérez en Pontevedra y llegar a Poio. O al tomar la carretera de Castilla en Ferrol y quedarse en Narón, donde sus habitantes son, de promedio, cuatro años más jóvenes.

Nunca hubo en Galicia parturientas tan mayores
El momento de acceso a la condición de madre ha cambiado: se ha retardado y menguado. Una de cada cuatro mujeres gallegas mayores de 40 años ya no tiene hijos, pero solo el 12 % de las que residen en la comunidad y han superado esa edad confiesa que es su voluntad no querer tenerlos. Esa franja que forman las mujeres que desearían tener hijos pero no los tienen se ensancha cada vez más, como también aumenta la edad de acceso a la maternidad.
De hecho, nunca ha habido en Galicia parturientas tan mayores como en la actualidad, como refleja la explotación del padrón que ha divulgado el Instituto Galego de Estatística. La primera mitad del 2019 ha pulverizado todos los registros desde que empezaron a actualizarse en 1996 en Galicia. De enero a junio pasado nacieron en Galicia 90 niños de madres con más de 45 años, cinco de ellos incluso de mujeres que ya habían rebasado el medio siglo de edad. Un día sí y otro no, una madre añosa de más de 45 años da a luz en Galicia.