El coche que se estrelló en el peaje de la AP-9 debería haber ido a 40 km/h

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Accidente mortal en el peaje de la AP-9 en Guísamo, Bergondo
Accidente mortal en el peaje de la AP-9 en Guísamo, Bergondo CESAR DELGADO

La Guardia Civil apunta a un exceso de velocidad en la aproximación del vehículo a las cabinas de pago

21 ene 2020 . Actualizado a las 16:57 h.

El coche que se estrelló contra una cabina del peaje de la autopista AP-9 en Guísamo (Bergondo) circulaba a más velocidad de la permitida en ese punto, que está limitada a 40 kilómetros por hora. Esa es la hipótesis con la que trabajan los investigadores de la Guardia Civil de Tráfico para buscarle una explicación al accidente ocurrido la mañana del sábado en el que murió la pasajera del Renault Kadjar blanco que chocó contra la protección de la cabina y acabó volcado en el carril del peaje, que a última hora de la noche de este lunes estaba siendo reparado por técnicos de Audasa.

En el vídeo captado por las cámaras de la autopista se puede ver el momento en el que el coche entra en la explanada de peaje. Son las 11.29.38 horas del sábado, 18 de enero. El conductor frena en ese instante, a bastante distancia de las cabinas, pero la luz del freno ya no vuelve a activarse en los cinco segundos que transcurren desde que el Renault Kadjar entra en escena hasta que choca con la cabina después de un volantazo final que deja sin control al vehículo, un modelo SUV, que combina las características de un turismo con las de un todoterreno.

En cinco segundos el coche hizo dos trayectorias sin frenar, hasta el volantazo fatal

Los investigadores están elaborando el atestado del siniestro para saber qué ocurrió. Analizarán la trayectoria del coche y realizarán mediciones con el objetivo de poder establecer a qué velocidad circulaba inmediatamente antes de la colisión, pero todo indica que superaba el límite de 40 kilómetros por hora. Están convencidos de que si el vehículo circulase a esa velocidad, el conductor, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, podría haber reaccionado a tiempo, mantener el control del coche y evitar la colisión, explica Miguel Soldán, capitán del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de A Coruña.

En esos cinco segundos fatales, el coche hace dos trayectorias. En la primera se dirige hacia una de las cabinas del sentido A Coruña, en las que hay un coche parado realizando el pago. De repente, gira a la izquierda y enfila hacia uno de los telepeajes de Santiago-Lugo-Arteixo, y es ahí cuando se produce el volantazo a la derecha que lleva al Renault Kadjar a impactar contra la cabina, en la que trabajaba una operaria de Audasa, que resultó herida y que ya ha sido dada de alta.

La velocidad máxima en los últimos cien metros previos al peaje está limitada a 40 kilómetros por hora, pero hasta llegar a esa velocidad la limitación es progresiva para que los vehículos puedan reducir desde los 120 por hora permitidos en la autopista a los 40 del peaje. Esa reducción empieza a 500 metros del peaje, con señales de 100 kilómetros por hora, a las que siguen señales de 80, de 60, y las últimas, de 40, en toda la explanada próxima a las estaciones de peaje.

El año pasado murieron seis personas en cuatro siniestros en las autopistas gallegas

Nadie debería morir en una autopista. Esta frase, de un experto en seguridad vial, se explica con las medidas de seguridad con las que tienen que contar estas vías de altas prestaciones, que deben estar preparadas para darle una segunda oportunidad a los conductores ante un error al volante y, por lo tanto, disponer de al menos dos carriles por sentido, arcenes, protecciones laterales y medianas físicas de separación entre los dos sentidos de circulación.

Pese a esas medidas de seguridad, en las autopistas sí hay muertes, aunque muy pocas en comparación con las que se registran en las carreteras convencionales (84 el año pasado en Galicia). En las autopistas gallegas hubo seis muertes en el 2019. El siniestro más grave se produjo en mayo, cuando un coche se estrelló contra el pilar de un puente en Teis y murieron tres jóvenes que viajaban en los asientos traseros.

Ninguno de esos graves accidentes se produjo en un peaje, como el ocurrido en el de Guísamo. Sí pueden producirse colisiones de carácter leve causadas por frenazos o giros de última hora debidos a las dudas de los conductores en la elección del carril de peaje, pero hasta el pasado sábado ninguno de ellos con resultado de muerte.

Este año también hubo un accidente mortal en la AP-9. Ocurrió hace poco más de una semana en Pontevedra, donde perdió la vida un peatón.

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