Los usuarios de la AP-9 afrontan con indignación el «abusivo» aumento del peaje
GALICIA
Destacan que no hay una alternativa solvente para evitar el pago
02 ene 2020 . Actualizado a las 21:00 h.Los usuarios que ayer recorrieron la AP-9, durante el primer día en el que se hacía efectiva la subida del 2,69 % en los peajes, mostraron su indignación por el «abusivo» aumento de las tarifas. Manuel Toja es coruñés pero vive en Asturias, y culpa de esta «desmesura» a los políticos. Dice con sorna que de continuar esta escalada de los precios, «terminará llegando el día en que merezca la pena ir de A Coruña a Vigo en avión». Ayer, Manuel Toja utilizó la AP-9 entre A Coruña y Santiago. Pagó 6,90 euros. Si lo hubiese hecho el 31, gastaría 15 céntimos menos. Lamenta también que no existan alternativas solventes a la AP-9. «Si vas desde Ferrol a Vigo por carretera, te lleva una tarde entera, por lo que utilizar la autopista se vuelve casi una obligación» que cuesta 22,20 euros.
«Al peaje hay que añadir las subidas del precio del combustible, que también son sistemáticas, y esto se hace inasumible».
12,35 euros es lo que pagó Carlos Villaverde, un vecino de Santiago, en los tres peajes de la AP-9 desde Santiago hasta Tui el 31 de diciembre, y 12,75 lo que tuvo que desembolsar unas horas más tarde, el 1 de enero, tras pasar el fin de año en Portugal. Y aunque los 40 céntimos no suponen mucho, la indignación crece no solo por la subida del peaje, sino por la paradoja de ver cómo en otras comunidades desaparecen. «Esto es una maravilla, en otras autonomías autopista gratis y aquí a continuar con el sablazo, todo muy justo», ironiza Carlos.
«La verdad es que ya me da igual, es tan escandaloso que ya paso. Tienes que usarla, la alternativa es imposible. Sobre todo en este tramo».
José Sobrido, que hace el trayecto Vigo-Padrón, recuerda que al peaje hay que añadir las subidas del precio del combustible, «que también son sistemáticas, y esto se hace inasumible. En nuestro caso, ya es más caro el peaje que la gasolina».
Manuel Videira hace el trayecto Santiago-Vigo y ve el asunto «tan escandaloso que ya paso. Tienes que usarla, la alternativa es imposible. Sobre todo en este tramo de Pontevedra a Vigo, que tardas mucho tiempo por la carretera que hay de alternativa por Vilaboa».
«El precio por kilómetro considero que es abusivo. Ahora Ferrol-A Coruña andará ida y vuelta por 10 euros, y son apenas 30 kilómetros».
Enrique Antón, vecino de Neda, califica la nueva subida de «animalada, un abuso». «Y como vayas por la nacional estás fastidiado, porque tardas cuatro o cinco horas: te pones antes en Madrid por autovía». «Si hay voluntad y hay interés -añade- creo que es viable la supresión del peaje, se está viendo que en el resto de España los están aboliendo. Es querer. La concesión está prorrogada y yo creo que está más que pagada».
Faustino Pérez, un ferrolano que se dirige a Betanzos, asegura sentirse «indignado» con el aumento de precio y propone que los usuarios se manifiesten contra las continuas subidas. «Ya intento evitar coger la AP-9, ahora teníamos prisa y la cogí», explica.
«Me parece fatal la subida, estoy indignado. Ya intento evitar coger la AP-9, pero ahora teníamos prisa y la cogí».
Liberación del peaje
Constantino Filgueiras, por su parte, expresa sus dudas sobre las liberación de los peajes. «La supresión del peaje imagino que sería posible, pero supongo que eso tendrá algún tipo de contraprestación vía impuestos, no creo que salga gratis». Pero también entiende que la autopista «tiene su coste de mantenimiento, y ese coste hay que asumirlo, supongo, y lo tendremos que pagar los usuarios».
Desde Ferrol a Vigo por carretera te lleva una tarde entera
Como autónomo, Jorge Rodríguez Sartal sufre de lleno los aumentos en las tarifas de la autopista, que le parecen «exageradas e injustificadas». «Me indigna que se permitan medidas como esta sin tener en cuenta cómo nos perjudica a los autónomos que tenemos que acortar tiempos en nuestros desplazamientos. En mi caso, voy a boicotear a Audasa y a utilizar solo el puente de Rande, aunque eso me suponga organizarme para disponer de más tiempo para cada trayecto. No pienso contribuir a esta sangría», asegura.
El boicot es una opción que un buen número de usuarios ve factible, aunque por el momento no es una iniciativa concertada para presionar a la concesionaria y a Fomento, sino una forma de protesta a título individual.
«Me indigna que se permitan medidas como esta sin tener en cuenta cómo nos perjudica a los autónomos».
Con información de Alberto Mahía, Elisa Álvarez, Javier Romero, Rocío Pita y Ana M. Barcala.
