Feijoo tras hablar con Sánchez: «Non teño garantías de nada»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

Xoán A. Soler

El presidente en funciones eludió debatir las propuestas de gobernabilidad defendidas por el dirigente gallego

17 dic 2019 . Actualizado a las 14:06 h.

Sin garantías de nada, pesimista y con un par de retos concretos para valorar si la conversación ha sido «práctica» o no. Así se ha sentido el presidente de la Xunta tras el «cordial» contacto telefónico que ha mantenido con el presidente en funciones del Gobierno. A lo sumo, el titular autonómico ha conseguido fijar dos desafíos a corto plazo, como es la intervención personal de Pedro Sánchez ante los directivos de Alcoa para darles garantías sobre su viabilidad en San Cibrao, o el pago de la deuda que el Estado mantiene con las comunidades autónomas antes de que acabe el año. «Non podo trasladar garantía algunha», aseguró Feijoo en una rueda de prensa convocada sobre la marcha en el Parlamento de Galicia. 

Si sobre las cuestiones concretas no logró compromisos, en la valoración sobre la situación política encontró una respuesta peor, el silencio. En el contacto, que se produjo a las 9.15 horas y que duró 15 minutos, Feijoo intentó adentrarse en la actual situación política y le trasladó hacia el final de la conversación a Sánchez que una investidura apoyada por Podemos y los independentistas «é mala para Galicia e para España», y le mostró su preocupación ante un eventual acuerdo. «Pero Sánchez ten outras vías, que pechou onte con Casado e que nin sequera falou comigo. Non fixo ningún comentario e pasamos a outros asuntos».

En los asuntos concretos, el líder socialista sí se mostró sensible con la situación de la industria electrointensiva en Galicia, aunque solo se comprometió a mediar con la empresa estadounidense Alcoa, quizás al conocer por boca de Feijoo que en el comité de empresa de la firma de San Cibrao teme que se tomen decisiones inminentes y muy negativas para los intereses directos de dos mil familias en A Mariña, ocho mil si se cuentan los empleos indirectos. Aunque también surgieron otras empresas con sus nombres, se planteó con mayor intensidad la situación de la planta térmica de As Pontes, pero Sánchez -siempre según Feijoo- no ofreció respuestas directas y sí alguna vaguedad sobre la inquietud del Gobierno por las emisiones de CO2 a nivel europeo.

Fue el propio presidente del Gobierno el que trasladó al  de la Xunta que con su investidura busca un mandato centrado en rebajar las tensiones territoriales y con el foco en las infraestructuras. Y en ese punto no encontró la empatía del gallego, quien le recordó los retrasos del AVE y que fue duro al expresar sus dudas sobre la posibilidad de que el hipotético Gobierno liderado por el socialista sea capaz de encontrar un equilibrio institucional cuando el Estado es el mayor acreedor de las comunidades autónomas, una situación que puede dejar a todas las cajas autonómicas descolocadas y con el déficit disparado. «Es difícil tomarse en serio la lealtad del Estado hacia las comunidades, porque si empieza el mandato sin pagar, sería el inicio con mayor tensión territorial que yo recuerde. Sería una declaración de acoso a las comunidades leales y cumplidoras», valoró a preguntas de los periodistas.

Cuestionado sobre los efectos prácticos de la charla, se remitió a las dos cuestiones concretas planteadas, la mediación en el problema de Alcoa y el pago de las deudas por parte de Hacienda, que en el caso de Galicia suponen doscientos millones del IVA pendiente de transferir desde diciembre del 2017: «Se estas cuestións mínimas non saen adiante é evidente que esta conversa é un paripé, para iso non precisaba falar cos presidentes autonómicos. E se o candidato non contempla outra posibilidade que non sexa pactar cos populistas e cos independentistas, dicir que é unha vía equivocada que vai custar moitos disgustos», zanjó a modo de resumen.

Imagen de archivo de una reunión entre Sánchez y Torra

Torra advierte a Sánchez que no aflojará con los presos ni con el referendo

Fran Balado

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente de Cataluña, Quim Torra, han conversado esta mañana por vía telefónica en una conversación que ha durado alrededor de un cuarto de hora. Según señalan fuentes de Moncloa cercanas a la presidencia, el diálogo ha discurrido «con normalidad institucional», y ha servido para que el jefe del Ejecutivo le trasladase a Torra su deseo de «reducir la tensión territorial y reanudar el diálogo». Sánchez quiere conformar un Gobierno a la mayor brevedad posible que le permita «dar estabilidad y encarar políticamente la situación en Cataluña», algo para lo que «se necesitará tiempo».

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