Rajoy en Galicia: «De la inercia no se vive toda la vida»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

El expresidente del Gobierno presenta su libro en Santiago, que ya va por su cuarta edición

10 dic 2019 . Actualizado a las 11:51 h.

Segunda presentación con éxito de público y cuarta edición ya en las librerías en menos de una semana. Una España mejor, el manual de moderación política de Mariano Rajoy, va como un tiro en ventas y tiene que empezar a generar derechos, que el expresidente del Gobierno reclamó socarronamente a la editorial y que está dispuesto a invertir en un aumento de la cuota del PP de Pontevedra, que sigue pagando aunque no sabe muy bien «cómo manejan» ese dinero.

Después de presentarse en Madrid, el que fuera concejal, diputado, ministro y presidente eligió Galicia para rodearse de «amigos» y hablar, sobre todo, de las decisiones más difíciles que ha tomado desde la Moncloa, nada que se piense «en quince minutos». Relajado, irónico y con una humilde autoestima, advirtió ante un repleto Auditorio Abanca de Santiago que sus reflexiones se plantan el 1 de junio del 2018, cuando lo sacan de poder, una fecha a la que siguen acontecimientos orgánicos y políticos a todos los niveles que, al obviarlos, evitó meterse «en líos, y además puedo escribir un segundo libro». El público, en el que era difícil anotar una ausencia notable de los populares gallegos, fue generoso con ese y otros chispazos de ese humor comedido que le ha caracterizado.

No hay en su obra menciones directas a la actualidad política, pero sí algunos «viajes que no se notan demasiado» —en el sentido de críticas a otras personas— y recomendaciones que el expresidente considera «útiles» para quien las quiera escuchar. Con carácter general presumió de haber presidido un Gobierno reformista, pero advirtió que «de la inercia no se vive toda la vida, se vive un tiempo, pero no demasiado», y por si alguien no captaba el mensaje, fue rotundo al afirmar que «desde la moción no se ha hecho nada» en España.

Y quiso dejar otra idea en mayúsculas: «Sería un disparate tomar decisiones sobre temas que afecten a la soberanía nacional sin contar con el partido de la oposición que representa a millones de españoles». Y fue más allá al sostener que «siempre que ha habido consenso entre los dos grandes partidos nacionales las cosas han ido bien», una afirmación imposible de desligar de las negociaciones de los socialistas con Podemos y los independentistas.

?Hay más lecciones. Rajoy aprendió en el poder, y así lo ha dejado por escrito tras revisar su memoria porque «nunca tomé notas», que un gobernante debe ser riguroso con las cuentas para no comprometer el bienestar —puso de ejemplo a la Xunta—, tiene que tener convicciones propias a las que renunciar si así lo exige la realidad, evitar la frivolidad y no ser doctrinario. Y todo sin citar a Sánchez.

El pontevedrés tuneó su intervención madrileña para pararse en el primer capítulo del libro, en el que presenta su bagaje político y su trayectoria. «Es muy gallego, como es obvio». En esas líneas habla de su experiencia en el primer Parlamento de Galicia, de Albor, de Fraga y del castillo de Soutomaior, ese que ya no deja usar la Diputación para iniciar el curso político «ni pagando».

Rajoy habla de la ruptura de España, de la deriva de Europa, de la crisis económica, del rescate evitado... «Todo pudo haber ocurrido, pero nada de ello sucedió. Fin de la cita».

Feijoo: «Sabiendo lo que sabemos ahora, la moción de censura no habría prosperado»

El presente más rabioso es casi un tabú en Una España mejor, un título que para muchos de los presentes —los aplausos son un buen termómetro— sería incompatible con la situación del país desde hace un año y medio. Uno de los convencidos es Alberto Núñez Feijoo, que fue el encargado de presentar a Rajoy. El presidente de la Xunta sí se aferró a las noticias del día para alabar la capacidad del autor para adelantar desde la tribuna del Congreso lo que ocurrió a continuación de su desalojo del poder. «La moción socavó la moderación y la estabilidad de centroderecha, que no fue relevada como otras veces por la estabilidad de centroizquierda, sino por un salto al vacío para sumirse en la incertidumbre. Se dejó en evidencia el deseo de sustituir el equilibrio y la templanza por la aventura y el riesgo», señaló Feijoo, quien añadió que determinadas fuerzas —en referencia a los independentistas— tienen como objetivo convertir en «crónica» esa inestabilidad. En contraposición, puso a Galicia como ejemplo del buen funcionamiento del Estado de las autonomías cuando hay lealtad y «políticas razonables».

La receta del expresidente, que hizo propia el dirigente gallego, está en la página 27, en un texto tomado de un discurso del 2008: «El centrismo es una voluntad». La de los españoles, según Feijoo, sería revalidar a Mariano Rajoy en la Moncloa si hubiera tenido la oportunidad de finalizar su mandato. Porque, «sabiendo lo que sabemos ahora, la moción de censura no habría prosperado».