Los forenses que examinaron a Diana Quer descartan la muerte accidental: fue asesinada con una brida

J.R. / Álvaro Sevilla SANTIAGO

GALICIA

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Los ocho médicos, separados en dos grupos, discrepan sobre un edema localizado en la parte íntima de la fallecida. Pero coinciden en que el móvil del crimen fue sexual

13 ene 2020 . Actualizado a las 13:11 h.

Diana Quer murió estrangulada. El dato, científico y objetivo, sitúa a la víctima falleciendo violentamente con una brida en el cuello con una circunferencia de 9 centímetros y 47 en el extremo sobrante. La clave está en la lesión sufrida en el hueso hioides, en la garganta, que presenta «un borde fracturado, irregular y una línea que es compatible con una fractura». El círculo de «la brida encaja con la posición del cuello». Las lesiones se ubican «solo en la parte externa, con avulsiones, pequeños arrancamientos de huesos. Arrancó el músculo y el ligamento haciendo un movimiento externo. Son las conclusiones de los forenses del Imelga que comparecieron esta mañana en la octava jornada del juicio. 

El factor mecánico de la brida también resulta crucial para todos ellos. Repartidos en dos grupos, los forenses concluyeron que la muerte fue por asfixia, dando por probado que la brida localizada en la melena de Diana Quer estuvo rodeando su cuello hasta que fue retirada del pozo. «Encaja en el cuello sin ninguna duda», «buena parte del pelo estaba en la brida, lo que demostraría que la brida tocó el cuello», apuntaron.

Hay que recordar que Abuín aseguró, tanto en la reconstrucción del crimen como en su declaración en el juicio, que mató a la joven accidentalmente con la fuerza única de dos dedos. Dicha versión quedó desmontada hoy por las señales en el cuello, realizadas de forme circular y repartidas, lo que no cuadra con esa presión que Abuín dice que ejerció en un solo punto.

 

La autopsia también evidenció que la difunta no tenía lesiones en las piernas, u otras extremidades, provocadas por un accidente de tráfico. Esta fue la versión que el acusado aportó en un primer momento al ser detenido el 29 de diciembre del 2019. Luego, cuando conoció el resultado de la autopsia, cambió su testimonio para abrazar la nueva coartada de la muerte accidental y el robo de gasoil. 

También se dejó constancia de que el cadáver, tras 496 días en un pozo con agua, «estuvo constantemente lavándose en el flujo del agua», lo que imposibilita localizar restos biológicos del acusado en la víctima que prueben la agresión sexual o la demuestre.

SANDRA ALONSO

En lo que no coincidieron los ocho forenses, repartidos en dos grupos liderados por Fernando Serrulla y José Blanco Pampín, es en el estudio matemático liderado por Pampín que prueba, en un 99,9 %, que sí hubo delito sexual. Pampín, jefe de Patología Forense del Imelga, explica por qué utilizaron el Teorema de Bayes (un cálculo matemático) para asegurar que el crimen de Diana Quer contó supuestamente con un móvil sexual. El matemático que se encargó de los cálculos reconoce que comenzaron con una probabilidad del 1 % y que terminaron con una superior al 90 %. El sector de Serrulla se mostró escéptico con la aplicación de dicho teorema matemático como prueba fundamental para probar el delito sexual. Cada parte aportó sus argumentos, a preguntas del presidente magistrado, para ilustrar al jurado popular y al magistrado presidente. Lo que sí expuso el bando de Serrulla es que lo único que se discute es el estudio y su aplicación judicial, no el móvil sexual del crimen, el que cual, afirmaron, están convencidos que motivó al acusado.

Una novedad importante aportada ayer, y que también generó debate entre los dos bandos forenses fue la localización, en unas fotografías de la Guardia Civil, de un edema en la parte íntima de la fallecida que Pampín motiva como causa de la agresión sexual. Dicho dato, el del edema, causó sorpresa al presidente magistrado, Ángel Pantín, que reprochó al forense que no lo incluyera en el informe complementario de la autopsia planteado por él y que sitúa al Chicle agrediendo sexualmente a la joven con un 99, 9 % de posibilidades. «Eso que ha fijado con el tiempo y con el fenómeno de la conservación [...] Para mí es una evidencia», destaca.

«Lo sustantivo no es la presencia del edema en el cuerpo, lo importante es que estamos convencidos del móvil sexual»

Los médicos forenses del Imelga que analizaron el cuerpo de Diana Quer concluyen que el móvil del crimen fue sexual. «Sin ninguna duda». Declararon primero tres, con Fernando Serrulla al frente, sobre la primera autopsia practicada y una segunda antropológica: «No hallamos nada, lo cual no significa nada. No hallar nada no excluye nada. Puede ser por causas de índole variada. Hay víctimas que se resisten al ser forzadas, otras esperan a que pase para intentar olvidar. No sabemos qué actitud tuvo la víctima. De ninguna manera se excluye el delito sexual, las posibilidades de encontrar restos de ADN son ínfimas, sería un milagro que se encontrara algo. También cabe la opción de que [Abuín] utilizara preservativo».

Los otros cinco médicos forenses del Imelga, con José Blanco Pampín el frente, son más rotundos por la autopsia complementaria que practicaron. Pampín, ayer en sala, reveló que el cuerpo presentaba un edema en su zona íntima: «Puede responder a una situación violenta como es una agresión sexual». El dato, desconocido hasta ahora al no constar en el informe incluido en el procedimiento, provocó un debate clínico entre uno y otro grupo de forenses. El toma y daca de argumentarios no resulta nuevo. Son públicas las diferencias de criterio profesionales entre los dos forenses citados al frente de cada equipo.

Cara a cara

Las dudas surgidas por los dos puntos de vista fueron resueltas con pragmatismo por el presidente de la sala, Ángel Pantín. Dejó que hablaran por separado y, al final, los sentó frente a frente para moderar el debate. Pampín defiende que es un «fenómeno vital que responde a un proceso de conservación protegido por la saponificación», Serrulla todo lo contrario: «Solo se da en cuerpos fallecidos y que absorben agua. Pero «lo sustantivo», como apuntó un compañero de Serrulla para centrar el tema que los sentó en la sala de vista, «no es la presencia o no del edema en el cuerpo, lo importante es que estamos convencidos de que el crimen se produce por un móvil sexual».