Un emigrante en Suiza que visitaba a sus padres enfermos y una joven que planeaba casarse el año que viene

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

xoán a. soler

Fin de semana trágico en las carreteras gallegas, con cuatro víctimas mortales el sábado y una más el domingo

04 nov 2019 . Actualizado a las 15:26 h.

José Luis Martínez Rial tenía 35 años. Originario de la aldea de Verduga, en la parroquia de Augasantas, en el municipio de Rois, había decidido buscar fortuna en Suiza. Pero estaba pasando unos días en el pueblo, al que regresó para visitar a sus padres, Cástor Martínez y Elena Rial, que tenían problemas de salud. Todos sus planes y proyectos se vinieron abajo a mediodía del sábado. Cuando conducía por el punto kilométrico 12 de la AC-543, a la altura de Os Ánxeles, en el término municipal de Brión, se vio implicado en una fatal colisión con otro vehículo. El brutal impacto se llevó por delante la vida de José Luis, que viajaba en un Renault 18 propiedad de su padre.

Fue el primer siniestro trágico de unas horas que sacudieron el área de Santiago. Apenas 120 minutos después el 112 recibía otro aviso de un accidente de tráfico muy grave. Sucedió, además, en una zona muy próxima al lugar en el que tuvo lugar el anterior, en la carretera que comunica Negreira con Bertamiráns. El desenlace sería aún más dramático. Juan Antonio Ruso Gómez, de 61 años, viajaba con su hija Lucía Ruso Romero, de 29, cuando su Ford Escort fue embestido por otro vehículo, un Audi R8, que iba por el carril de adelantamiento a la altura de una de las curvas más peligrosas del trazado, la de Os Barreiros, en el término municipal de Ames. Como consecuencia de la colisión entre los dos coches, perecieron el padre y su hija. Aunque la familia es originaria de Negreira, adonde se dirigían en el fatídico desplazamiento del sábado, residían en Santiago, donde son conocidos porque habían llevado un bar en las galerías de la rúa Nova de Abaixo, antaño muy populares por ser uno de los epicentros de la movida universitaria compostelana.

Una mañana lluviosa

En el escaso margen de dos horas, y en dos enclaves próximos ubicados en los municipios vecinos de Brión y Ames, la carretera segó la vida de tres personas. Sucedió a última hora de una mañana lluviosa en Santiago, con el riesgo que ese elemento añade a la conducción, pero en dos vías que tampoco tienen un tráfico excesivo, y menos en un fin de semana y en ese tramo del día. Son las única certezas en unos siniestros que dejaron tres personas heridas -dos de ellas de carácter grave en el accidente de Brión- y que se prestan a diversas conjeturas sobre las causas que los desencadenaron.

Los familiares que perecieron en la colisión de Ames recibieron ayer sepultura en el cementerio parroquial de Negreira. Y los restos mortales de José Luis Martínez Rial serán inhumados esta mañana en el cementerio parroquial de Augasantas, en Rois. Atrás quedan retazos de historias personales de las víctimas y familiares y amigos golpeados por la tragedia. En las redes sociales, conocidos de Lucía Ruso lamentaban que la joven planeaba contraer matrimonio con su pareja el año que viene. Y la esquela de Martínez Rial recoge los nombres de varios de sus amigos de Suiza. Todos lloran la pérdida de las víctimas de un sábado negro en las carreteras gallegas que se cerró todavía con una cuarta víctima, una mujer de 39 años que murió en Ponte Caldelas en una colisión con un vehículo que conducía un varón de 85 años que resultó herido.