El Chicle y Rosario, crónica de un matrimonio roto por el crimen de Diana Quer

J.R.

GALICIA

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Los juzgados de Padrón tramitan el divorcio mientras los padres del autor confeso de la muerte y presunta violación de la joven piden la tutela de su nieta en ausencia de la figura paterna

14 ene 2020 . Actualizado a las 11:34 h.

El matrimonió llegó sobrevenido por el embarazo de ella, Rosario Rodríguez. Tenía 17 años, él, José Enrique Abuín Gey, el Chicle, le llevaba una década de experiencia en la vida en general y en las relaciones sentimentales en particular. De ahí, tal vez, el embarazo no deseado que trajo al mundo a la única hija de ambos. Pasaron por el altar para iniciar una vida en común que, hasta el crimen y presunta violación de Diana Quer, superó los otros pecados penales de Abuín, como ingresar en la cárcel por un alijo de cocaína que rondaba los 20 kilos. Varios paquetes incluso fueron localizados en un armario de una abuela del Chicle. Ni si quiera aquello distanció a este quinqui de poca monta con su esposa ni padres, que le absolvieron de cualquier condena doméstica. Lo de la joven madrileña (agosto del 2016), al menos en el caso de Rosario, supuso un punto de inflexión. Tanto que inmoló el matrimonio. Tal vez por verse finalmente absuelta de cualquier responsabilidad tras haberlo protegido con una coartada falsa ante la Guardia Civil durante los 496 días que duró la investigación. Incluso después de la detención de ambos (diciembre del 2017), y hasta que los investigadores le hicieron ver la condena a pagar de seguir encubriendo a su esposo, ella defendía la inocencia de su marido. Aquel día, por ejemplo, en la Comandancia de Lonzas y con el matrimonio arrestado, ella descubrió qué uso recibía la ropa interior que le faltaba de su armario. También escuchó el audio grabado por el móvil de la otra víctima del Chicle, una chica de Boiro a la que intentó raptar para violarla en la Navidad del 2018.

Rosario, tras recuperar la libertad, siguió visitando a su marido en los penales de Teixeiro y A Lama. Lo hacía con su hija, utilizando el mismo Alfa Romero que Abuín empleó para perpetrar el delirio que sufrieron Diana Quer y la joven de Boiro. También, presuntamente, la excuñada de Abuín, hermana gemela de Rosario, siendo menor de edad (este proceso se reabrió judicialmente en Noia y está en instrucción). El hecho de que Abuín, además de la condena por narcotráfico, tenga que asumir las penas por los casos Quer y de Boiro, dibuja para él un panorama penitenciario a muy largo plazo. Hasta el extremo de enfrentarse a la prisión permanente revisable. De forma paralela empezó a trascender la intención de Rosario de solicitar el divorcio. Coincidió con el embargo definitivo de la casa familiar que ambos tenían en Rianxo, como pago por la multa impuesta a Abuín en su condena por narcotráfico.

«Esquecerche como home»

Pero la conformación oficial de que el divorció era una cuestión de tiempo llegó en marzo del 2018. Rosario se lo confesó a su todavía marido por carta: «Vaime doer moito ter que esquecerche como home, pero non quero que albergues ningunha esperanza comigo. Só podes ter unha coñecida que che vai recordar o resto da súa vida. Entende a miña situación, por favor». El Chicle afirma también que Rosario Rodríguez quiere, que una vez que todo esto termine, ambos sean «simplemente amigos». La expresión concreta que anuncia la implosión del matrimonio la reproduce el propio Abuín en una de las cartas remitidas a sus padres: «Onte chegoume unha carta de Rosario onde me di que o noso xa se acabou Hei de intentar falar con ela antes de que eu diga todo, pero vos non lle contedes nada».

Nada se supo hasta ahora sobre los trámites del divorcio. Solo una hermana de Abuín, el pasado octubre en La Voz, confirmaba que Rosario cambió Rianxo por Catoira: «Es de allí. Nos dijeron que se cambió el pelo. La niña vive con ella». La realidad es que el divorcio está judicializado en Padrón (Rianxo pertenece a ese partido judicial) y que los padres de Abuín, ayer, estaban citados en representación de la familia paterna para decidir sobre el régimen visitas de la niña con sus abuelos paternos. El padre no está ni se le espera dados los cargos por juzgar y las condenas por cumplir. Por eso, la ejecución definitiva del divorcio, supone un mero trámite judicial cuya resolución es solo cuestión de tiempo. El punto y final de una familia rota por el crimen y presunta violación de Diana Quer.