En libertad el padre de Diana Quer tras la denuncia por agresión de su exmujer

J.R. MADRID / LA VOZ

GALICIA

BENITO ORDOÑEZ

La mala relación de ambos se agudiza a 19 días del inicio del juicio por la muerte y violación, en el 2016, de su hija en A Pobra

04 nov 2019 . Actualizado a las 12:43 h.

Los padres de Diana Quer protagonizaron ayer su enésima polémica a 19 días del juicio que sentará en el banquillo de los acusados al autor confeso de la muerte de su hija mayor, José Enrique Abuín Gey. Juan Carlos Quer quedó en libertad a las pocas horas y sin medidas cautelares tras ser detenido por la denuncia que su exmujer, Diana López-Pinel, presentó en la Guardia Civil de Majadahonda. Lo acusa de haberle pegado en un pómulo, causado lesiones en una muñeca y de un intento de atropello a la entrada de su vivienda.

Juan Carlos Quer colaboró en todo momento con la Guardia Civil. Primero, en Pozuelo, su municipio de residencia en Madrid, denunció a su exmujer por un presunto delito de injurias y calumnias. Luego se desplazó a Majadahonda para presentarse voluntariamente en el puesto del instituto armado con un parte medico que recoge arañazos. Los agentes lo arrestaron y lo pusieron a disposición judicial. La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 acordó su puesta en libertad y rechazó las medidas cautelares solicitadas alegando que ambos residen en municipios diferentes.

El detenido será investigado por la supuesta comisión de un delito de lesiones. El citado juzgado también se inhibió en favor del partido judicial de Pozuelo para instruir el procedimiento por la denuncia presentada ayer.

En declaraciones a La Voz, Juan Carlos Quer dijo: «En este asunto, que hable el juez con su resolución, a la vista de los hechos y de los múltiples antecedentes de denuncias falsas que ya he sufrido y sigo sufriendo». Se refería el padre de Diana Quer a otra denuncia que había sido presentada hace años por su exmujer en relación con otro presunto delito de violencia machista que finalmente acabó retirando.

Valeria, la otra hija

Le tocó vivir, con 16 años, el crimen de su hermana. Desde entonces, la relación con su madre ha estado marcada por altibajos que, ayer, se evidenciaron con una discusión en público en los juzgados de Majadahonda. «Es una completa locura lo que ha dicho mi madre. Mi padre no es una persona agresiva», dijo antes de concluir: «Cualquier persona que conozca a mi padre, que lo mire, que vea cómo es. Es una persona seria de pies a cabeza, que pone cabeza en todo lo que hace».

La detención del padre de Diana Quer que se produce días antes del inicio del juicio por el asesinato de la joven. El autor confeso del crimen, José Enrique Abuín, el Chicle, ya se encuentra en la prisión de Teixeiro. Fue trasladado desde Mansilla de las Mulas, la cárcel de León donde llevaba meses, para ser juzgado a partir del próximo día 29 de octubre en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago.

Está en el módulo de ingresos, en una celda solo, pero vigilado a través de un cristal por un recluso de confianza. Ya no es que Instituciones Penitenciarias tema que se suicide, sino que tenga problemas con otros internos. Porque allá donde estuvo, en Teixeiro, en A Lama y en Mansilla de las Mulas, los tuvo.

El Chicle se enfrenta a los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal, por el que tanto Fiscalía como acusación particular piden para él la prisión permanente revisable.

Salta por los aires la tregua sellada tras la resolución del caso

La localización de Diana Quer, tras 500 días de investigación, significó un punto de inflexión en la mala relación que los padres mantenían desde su divorcio en el 2013. La primera muestra de aquella tregua se vivió en el funeral de la joven asesinada, y presuntamente violada, por Enrique Abuín Gey. El sentido común exigía la paz entre los padres por varios motivos fundamentales. El primero consistía en organizar la acusación particular con la que esta familia se acabó personando en la causa. La segunda, y no menos importante, tenía su razón de ser en la otra hija, Valeria, con problemas de conducta que había que solucionar urgentemente, mejor en un contexto de paz familiar que de guerra frontal entre sus padres.

Incluso se hizo borrón y cuenta nueva por la denuncia que ella presentó contra su exmarido por un presunto delito de violencia machista. Una denuncia que la misma madre de Diana Quer acabó retirando, pero que obligó al que fue su esposo a dormir una noche en un calabozo de la Guardia Civil.

El termómetro que evidenció la ruptura de cualquier vínculo se vivió hace dos semanas en el programa de Ana Rosa. Juan Carlos Quer intervino en directo para frenar la emisión del vídeo que recoge la reconstrucción del crimen. De forma paralela, su exmujer llamó al programa para acusarlo de ocultarle información sobre la instrucción. El padre, preocupado por su hija Valeria y centrado en el próximo juicio, optó por el silencio.

El día que los investigadores de la Guardia Civil reconstruyeron el crimen en A Pobra, sobre el terreno y con el Chicle presente, la madre se personó en el lugar con la intención de acercarse hasta el autor confeso de la muerte de su hija mayor, pero no se lo permitieron.