Condenado a doce años de cárcel un hombre que intentó matar a su expareja a navajazos en Compostela

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Restos de sangre en el aparcamiento en el que fue apuñalada la joven
Restos de sangre en el aparcamiento en el que fue apuñalada la joven XOAN A. SOLER

El caso se remonta a julio del 2017, cuando la mujer agredida tenía 21 años

07 oct 2019 . Actualizado a las 21:11 h.

La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a doce años de cárcel a un hombre que acuchilló a su expareja en el interior de un coche en julio del 2017. Los hechos sucedieron en Santiago, en una zona de aparcamiento regulado entre las calles San Clemente y Pombal, en la que agresor y agredida se encontraron con sus respectivos vehículos, y después de que ella se negase a retomar la relación que había cortado poco antes.

Los jueces consideran acreditado que el sospechoso tenía intención de acabar con la vida de la mujer (una joven de 21 años) cuando se metió en el interior del vehículo en el que ella estaba y le clavó una navaja «varias veces con fuerza», sin que ni la víctima ni su hermana, que también estaba en el coche, pudiesen hacer nada por detenerlo. Finalmente, fue un policía nacional de paisano quien logró sacar al hombre del vehículo. Este salió huyendo pero fue atrapado no muy lejos del lugar. Los servicios sanitarios atendieron con rapidez a la joven, que presentaba al menos una docena de puñaladas.

Tras el juicio celebrado la semana pasada, el tribunal ha encontrado a A. V. culpable de un delito de homicidio en grado de tentativa, con las agravantes de parentesco y de discriminación por razón de género, así como de un delito de malos tratos habituales sobre la mujer y de otro continuado de amenazas leves de género.

Y es que la resolución del tribunal recoge que él y la víctima mantuvieron una relación entre el 2015 y el 2017, y que a los pocos meses de iniciar su vida en común «el acusado desarrolló una conducta intimidatoria consolidada, tendente a someter a la mujer y dominarla». El escrito judicial recoge que el condenado decía a la mujer que prefería matarla «que verla con otro» y la obligaba a que le entregase el dinero que conseguía mendigando o con la venta ambulante de globos en las ferias. Un trato «violento» que según la Audiencia «podía llegar a alcanzar lo físico», y que culminó en el intento de matarla tras la ruptura.

Además de la pena de cárcel, el tribunal le ha impuesto ocho años de libertad vigilada, la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante 20 años y una indemnización a la joven de 120.000 euros.